17 octubre 2019

Estrategias de liderazgo para la mujer abogada

Berta SantosPor Berta Santos
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Hombres y mujeres tienen un estilo de liderazgo diferenciado. Así, lo ha revelado un estudio publicado por Eagly and Johannesen-Schmidt (2001, p.787) sobre los distintos modelos de liderazgo desde una perspectiva de género, revelando la relación entre el liderazgo femenino y el liderazgo transformacional.

El liderazgo transformacional tiene como objetivo mejorar la motivación, los valores y el desempeño laboral de las personas, mediante el trabajo con equipos, para identificar un cambio necesario, crear una visión compartida, además de guiar a través de la inspiración.

La abogacía es una profesión en la que el impacto de la mujer abogada es cada vez mayor. Por tanto, resulta fundamental apostar por un liderazgo en el que las abogadas puedan servir de inspiración para sus equipos, para otras compañeras de profesión y también para sus clientes, aprovechando su inclinación natural hacia un estilo de liderazgo transformacional, que le permita desarrollar mejor sus condiciones como líder y supone el uso de las siguientes estrategias:

  • Desarrollo de personas frente a objetivos:

Definir objetivos resulta fundamental en el despacho. No obstante, el liderazgo transformacional centra su atención en el desarrollo de los abogad@s, como una vía de cumplimiento de objetivos. El despacho lo componen las personas que trabajan en él. Por ello, apostar por la transformación de los equipos de abogad@s mediante la formación y actualización en conocimientos técnicos, además de desarrollar otras habilidades personales necesarias para el ejercicio profesional, otorgará un mayor valor al despacho y, en última instancia, el efectivo cumplimiento de objetivos. A este respecto, será necesario:

  • Ser una abogada líder que sirva de inspiración para las personas integrantes del despacho y promueva el aumento de su motivación en el logro de objetivos.
  • Invertir tiempo e interactuar con las personas, además de preocuparse de su desarrollo personal.
  • Promover el trabajo en equipo y apostar por una comunicación auténtica.
  • Evitar el liderazgo transaccional:

El modelo de liderazgo transaccional es completamente opuesto al liderazgo transformacional. Una forma de verificar si nuestro estilo de liderazgo es transaccional consiste en observar si estamos llevando a cabo las siguientes conductas en el despacho:

-Esperar a intervenir a que se agrave la situación con algún conflicto surgido en el despacho.

-La comunicación con las personas del despacho se limita a dar órdenes, recibir actualizaciones de los clientes y responsabilizarlos cuando se comenten errores, o no cumplir con las expectativas. En esta comunicación no existe ninguna implicación a nivel personal.

Las investigaciones han demostrado que este estilo transaccional no es el más adecuado para la mujer, ya que no le permite desarrollar sus principales capacidades naturales. Sin embargo, adoptar un estilo de liderazgo transformacional les permitirá mantener sus altas expectativas en equipo, mientras ayudan a las personas del despacho a su pleno desarrollo.

  • Aprovechar la condición de ser mujer:

Los neurocientíficos han descubierto que las mujeres tienen los niveles de oxitocina más altos que los hombres. La oxitocina está considerada por los científicos como la hormona de la empatía, para establecer relaciones basadas en la confianza y en la generosidad entre las personas. Por esta razón, las mujeres pueden instintivamente preocuparse más por el bienestar de sus equipos y tener un deseo más fuerte de conectarse con ellos a nivel personal. Todo ello determina que el liderazgo ejercido por las mujeres esté más centrado en el desarrollo y la preocupación del equipo, en lugar de limitarse simplemente a dar instrucciones para alcanzar objetivos. Asimismo, el cerebro de la mujer permite una mayor comunicación emocional. A este respecto, la mujer abogada debería poder aprovechar estas diferencias en la dirección del despacho y también en la comunicación con sus clientes, para poder generar un equipo cohesionado y que comparta su visión del despacho.

  • Asignación de las tareas:

El estilo de liderazgo transformacional permite asignar las tareas a las personas teniendo en cuenta sus fortalezas. De esta forma, no se delegarán los asuntos en función del tiempo o la carga de trabajo, sino que la delegación se realizará según los puntos fuertes de cada persona del despacho. Esta asignación de tareas implica conocer a cada abogad@, sus motivaciones, su capacidad técnica, en aras a poder mejorar el rendimiento y la eficacia del equipo. Supone un auténtico reto este sistema de asignación en el día a día del despacho. No obstante, contribuirá a la retención del talento y, por tanto, la disminución de los costes que se producen por las rotaciones de abogad@s y personal de soporte.

  • Comunicación:

Existen también estudios que muestran las diferencias de comunicación entre hombres y mujeres. En el caso de la mujer, sus habilidades comunicativas se centran en una buena lectura de la comunicación no verbal y lenguaje corporal, buscando una comunicación más empática y con tendencia al diálogo. Si, además a estas fortalezas le incorporamos una comunicación clara y auténtica, ello posibilitará la confianza y la búsqueda de ayuda ante cualquier conflicto.

En consecuencia, el estilo de liderazgo de la mujer abogada ha de poder poner en juego todas las fortalezas femeninas como son la cooperación, la capacidad de motivar al equipo y la inteligencia emocional, a fin de poder conservar el talento femenino, además de fomentar un liderazgo realista y fiel a la mujer abogada. Todo ello, sin necesidad de renunciar a su autenticidad y contribuir al desarrollo de un ejercicio profesional, adaptado a los tiempos actuales.

Berta Santos
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