01 diciembre 2017

Vendiendo mi alma

Iñigo JiménezPor Iñigo Jiménez, experto en movilidad de RedAbogacía

Ha saltado una noticia en estos últimos días en los que se señalaba que Google estaba utilizando la geolocalización de sus terminales móviles incluso teniendo la localización del teléfono desactivada.

Ya hemos recalcado la importancia de leerse la letra pequeña de los servicios que aceptamos. Y no solo eso. También es muy importante estar pendientes de los cambios de las condiciones de los servicios a los que nos hemos adherido.

Si accedemos a los términos y condiciones de Google podemos ver lo siguiente:

Información del dispositivo

Recopilamos información específica del dispositivo (como tu modelo de hardware, la versión de tu sistema operativo, identificadores de dispositivo únicos e información de la red móvil, incluido el número de teléfono). Google podrá asociar los identificadores de tu dispositivo o tu número de teléfono a tu cuenta de Google.

Datos sobre tu ubicación física

Cuando utilizas los servicios de Google, podemos recopilar y procesar información sobre tu ubicación real. Empleamos diferentes tecnologías para determinar la ubicación, como la identificación de la dirección IP, el sistema GPS y el uso de otros sensores que pueden proporcionar a Google, por ejemplo, información sobre dispositivos cercanos, puntos de acceso Wi-Fi y antenas de telefonía móvil.

Cada vez que hacemos uso de un dispositivo móvil, este está conectado a una (o varias) antenas de telefonía, con lo que es fácil saber nuestra ubicación, aunque el dispositivo tenga deshabilitados los servicios de geolocalización.

Para el año 2021, a modo de experimento, el Instituto Nacional de Estadística en colaboración con las grandes operadoras de Telefonía, prevé hacer el primer censo haciendo uso de los rastros que dejan los móviles en las antenas de telefonía.

También debemos ser conscientes de que, incluso poniendo en modo “avión” el dispositivo, si usamos la cámara del teléfono en las fotos se podrán incluir los datos de ubicación de dicha foto, con lo que si subiéramos dicha foto a un servicio de terceros, se podría fácilmente acceder a un historial de todas  tus ubicaciones.

Cuando algo es gratis, debes de saber que en realidad el producto eres tú.

Es muy importante recordarte que muchos de estos servicios funcionan gracias al sacrificio de la privacidad que conscientemente o inconscientemente permitimos.

Seguro que te has hecho alguna de estas preguntas:

  • ¿Por qué la mayoría de páginas web hace uso de cookies?
  • ¿Por qué muchas páginas web nos piden consentimiento para enviarnos notificaciones?
  • ¿Por qué salen anuncios relacionados con cosas que hemos visto recientemente?
  • ¿Cómo es posible tener las estadísticas de afluencia (incluso en tiempo real) del bar de la esquina?
  • ¿Cómo es posible saber en tiempo real el tráfico que hay en una carretera de un pueblecillo semi incomunicado?
  • ¿Por qué en múltiples sitios nos ofrecen conexiones a internet gratis?

Pues  para todas estas preguntas hay una sola respuesta: porque en algún momento para hacer uso de determinados servicios hemos dado nuestro consentimiento, explícito o implícito, sacrificando algún aspecto de nuestra privacidad.

El producto puede que seas tú, o no.

En nuestras manos está el vender nuestra alma al mejor postor y en qué grado.

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