22 marzo 2016

Refugiados: ¿la Europa de los Derechos Humanos?

En el año 2012 la Unión Europea recibió el Premio Nobel de la Paz por “por su contribución al avance de la paz, la reconciliación, la democracia y los derechos humanos en Europa”. Esta misma Unión Europea dio el pasado viernes varios pasos atrás en materia de Derechos Humanos, al decidir deportar a Turquía a los refugiados que lleguen a Grecia. Todo el bagaje jurídico que hace de la Unión Europea un bastión de los Derechos Humanos se viene abajo con una medida de esta naturaleza.

Se trata de una decisión ilegal, inmoral e inhumana, como han recordado a los mandatarios europeos –antes y después de la reunión del Consejo de Europa- organizaciones sociales, políticas, sindicales e, incluso, la ONU. Una decisión que incumple manifiestamente el artículo 14.1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos: “En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo y a disfrutar de él en cualquier país”.

La Unión Europea, y cada uno de sus Estados miembros han dado sobradas muestras de ineficacia, negligencia e inhumanidad en la gestión de la crisis de los refugiados y en el respeto a sus derechos. Este acuerdo no hace sino reafirmar su negligente actuación.

El acuerdo ya ha entrado en vigor y los refugiados siguen llegando, o intentando llegar, a Europa. La noche del domingo al lunes, otras cuatro personas –dos niños y dos adultos- fallecieron en el mar en su intento de arribar a una tierra más segura que la suya. ¿Nos hemos planteado por qué los refugiados intentan llegar a Europa por mar, arriesgándose a morir en la travesía? Como he leído en alguna ocasión en redes sociales, un padre sólo metería a su hijo en una balsa cuando el mar es más seguro que la tierra.

Desde la Abogacía Española, una vez más, reiteramos que, aunque lo hayan perdido todo en su huida, estas personas siguen teniendo derechos y los países europeos están obligados a cumplir todas las directivas que han suscrito para garantizarlos. 500 millones de habitantes cierran sus puertas y niegan el asilo a un millón de personas que huye de la guerra, la persecución y la muerte.

¿De verdad puede considerarse esta Europa la Europa de los Derechos Humanos?

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