02 abril 2018

El hombre anuncio

Iñigo JiménezPor Iñigo Jiménez, experto en movilidad de RedAbogacía

En estos días, los medios de comunicación de todo el mundo se han hecho eco de una polémica respecto a una filtración de datos personales.

Se ha descubierto que una empresa de analítica ha estado utilizado los datos que les proporcionaba Facebook para sacar un perfil muy detallado de cada una de las personas.

Luego estos perfiles eran vendidos para ser utilizado en campañas políticas y de marketing.

Ya hemos escrito unos cuantos artículos relacionados con toda la información que compartimos por las redes sociales y las precauciones que tenemos que tener al respecto.

¿Qué es lo que realmente ha pasado?

En su día se creó una aplicación dentro de Facebook llamada “This is Your Digital Life” que fue descargada por 270.000 personas. Al usar esta aplicación estabas otorgando permisos para que se accediera a determinada información de tu perfil. Además esta aplicación permitía acceder a información de todos tus contactos.

El resultado: la empresa creadora de dicha aplicación al final consiguió obtener la información sobre más de 50 millones de personas. Entre esta información se encontraba: la edad, el sexo, sus afinidades políticas, sus aficiones, religión color de piel, etc. Además, gracias a la utilización del Big Data, fueron capaces de determinar los perfiles psicológicos de dichas personas.

Sobra decir el potencial que estos datos pueden tener para empresas, organizaciones, partidos políticos e incluso gobiernos.

Según filtraciones de empleados de dicha empresa, esta información fue utilizada en algún momento por políticos en sus campañas electorales y se supone que gracias al uso de esta información se pudo tener algún tipo de ventaja sobre los otros adversarios políticos.

Yo no soy un usuario frecuente de esta red social (de hecho no tengo ni la aplicación móvil instalada) pero para hacer un experimento he usado la herramienta que proporcionan ellos y que te permite descargar todos los datos personales que ellos disponen y que en algún momento hemos otorgado permiso o bien dentro de la propia red social o cuando usamos la cuenta de Facebook para autenticarnos en otros servicios (como Instagram, Spotify, Strava, etc.).

Estos son los datos que ahora mismo tienen de mí:

  • Información de contacto (con la fecha de nacimiento, lugar de residencia, situación sentimental).
  • Páginas en las que en algún momento he hecho un “me gusta”.
  • Grupos a los que pertenezco.
  • Toda la agenda de contactos mía con sus nombres y apellidos, teléfonos y direcciones de email.
  • Las direcciones IP y los dispositivos desde los que alguna vez me he conectado.
  • Los eventos a los que he asistido y que han sido convocados desde esta plataforma.

Y esto es lo que más controversia o miedo nos puede causar:

  • Temas por los que nos tienen clasificado para mostrarte los anuncios. Me han salido alrededor de 100 términos que se adecúan a la perfección con mi perfil en la vida real.
  • Empresas a las que se les ha ofrecido tu información de contacto (han salido alrededor de 40 empresas).
  • Aplicaciones externas a las que has concedido alguna vez permiso para iniciar sesión usando tus credenciales de Facebook.

Cuanto más uso hagamos de dicha red social, más datos tendrán de nosotros y más exacto será el perfil que puedan determinar.

¿Qué podemos hacer al respecto?

Mucha gente, al ver el revuelo que se ha causado esto, ha decidido darse de baja de esta red social pero debemos tener en cuenta que otros servicios que usamos en nuestro día también hacen uso de determinados datos personales que en su dimos permiso para ser usados.

Por ejemplo, cuentas que usamos para:

  • Dispositivos móviles.
  • Servicios de correo electrónico.
  • Wearables.
  • Dispositivos domóticos.
  • Servicios de mensajería instantánea.
  • Aplicaciones de geolocalización.

En todas las aplicaciones podemos configurar y gestionar la privacidad de nuestros datos,  estableciendo qué información queremos compartir y las aplicaciones de terceros a las que se les ha otorgado los permisos. Revísalas y elimina aquellas que no uses, comprueba los datos que compartes y asegúrate de leer las condiciones y términos de uso de la aplicación para evitar sorpresas.

Y recuerda, si algo es gratis, tú no eres el cliente, tú eres el producto.

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