To view this page ensure that Adobe Flash Player version 11.1.0 or greater is installed.

ACTUALIDAD_ CARTA, NO DE DESPEDIDA, A LUIS DE ANGULO VICTORIA ORTEGA, presidenta del Consejo General de la Abogacía Española QUERIDO LUIS: Eras uno de los más veteranos, casi el que más, en el Consejo General de la Abogacía Española, y eso sólo porque Juanjo Domínguez se empeña en que nadie le gane en antigüedad. Así que este adiós, al cesar como presidente de la Mutualidad de la Abogacía y, por tanto, como consejero del Consejo General, no es fácil. Cuando vengamos al próximo Pleno se nos va a hacer a todos muy extraño que tú no estés en esa primera fila que representa mucho más que un lugar. Es una forma de estar y de ser, de formar parte de esta Casa de la Abogacía. Desde que como decano de Granada, en 1985 te incorporaste como consejero a esta casa has- ta 1992, y luego, desde 1995, ya como presidente de la Mutualidad, ni tu presencia ni tu opinión ni tu consejo nos han faltado nunca. Como presi- dente de la Comisión de Ordenación Profesional y Colegial e, incluso, como presidente en funcio- nes del Consejo entre noviembre y diciembre de 1996, siempre has actuado con inteligencia, con moderación y con un gran bagaje jurídico. Fuiste autor del Reglamento de distinciones y has deja- do tu huella en muchos de los acuerdos de este Consejo. Siempre dispuesto a superar cualquier problema o cualquier dificultad. Siempre siendo un ejemplo a seguir para todos nosotros. Lo si- gues siendo hoy. Hago mías todas las palabras que pronunció en tu despedida en la Mutualidad, Enrique Sanz Fernández-Lomana, tu sucesor. Si en esta casa has ayudado a todos los decanos y consejeros, a los Colegios y a los abogados, compartiendo las decisiones, en la Mutualidad has abierto una puerta a un futuro mejor a todos los abogados que son mutualistas. De eso nos vamos a bene- ficiar todos y tiene una trascendencia inmensa. Has ayudado, aquí y en la Mutualidad, a que la Abogacía entre en la modernidad y en la solven- cia. A generar la confianza del colectivo y en el colectivo y a mejorar nuestra imagen social. Un abogado que entrega su vida a la defensa de los derechos de todos los ciudadanos, merece que, cuando termina su vida profesional, tenga una cierta seguridad, unas garantías de poder seguir viendo con dignidad. Tu trabajo en la Mutuali- dad ha contribuido de manera muy importante a ello. Yo también te doy las gracias en nombre de todos los abogados y de todos los mutualis- tas. Nadie podrá decir que ha tenido una renta- bilidad más alta que tú. “Decía Cicerón que “la amistad comienza donde termina el interés”, pero tú has demostrado que el interés ayuda a la amistad, sobre todo cuando se consiguen ren- tabilidades como las que ofrece la Mutualidad… Esta sigue siendo tu casa y aquí seguiremos necesitando tu conocimiento y tu consejo. Por eso no hablo de despedida. Nos veremos dentro de unos meses en Granada, cuando se celebren las próximas Jornadas de Juntas de Gobierno. Tú serás un invitado muy especial y allí podremos reconocerte nuevamente, todo lo que has hecho por la Abogacía. Gracias, Luis, de corazón. Tienes desde 2001 la Gran Cruz al Mérito en el Servicio de la Abogacía. La has renovado permanentemente desde en- tonces. Como decía Neruda, “ese alguien que te convence de que hay una puerta lista para que tú la abras, esa es una amistad eterna”. La tuya y la nuestra, la de todos los consejeros contigo es exactamente eso: una amistad eterna. Dejas, además, un sucesor, Enrique Sanz Fer- nández-Lomana, que va a seguir, seguro, la sen- da del éxito y el camino austero, eficaz y eficien- te que ha seguido la Mutualidad en estos años Esta casa será siempre tu casa. Hasta siempre, Luis. l Septiembre 2016_Abogados_29