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OPINIÓN_ EL ARTE DE LEGISLAR (3) ¿ES TAN DESEABLE COMO POSIBLE LA ESTABILIDAD NORMATIVA? JESÚS LÓPEZ-MEDEL BÁSCONES Abogado del Estado. Ex presidente de la Comisión de Justicia e Interior del Congreso de los Diputados. Miembro del Consejo Editorial de la Revista Abogados. 48_Abogados_Febrero 2016 LA CALIDAD DE LAS LEYES está en un profundo retroceso, golpeada, entre otras causas, por la alar- mante apropiación de funciones normativas por los responsables gubernamentales convertidos en legisladores y, también, correlativamente por la actuación del poder legislativo, tanto al dejarse invadir fácilmente sus competencias como adop- tando una sumisa posición respecto al ejecutivo. A pesar de que lo establece la Constitución de 1978, hay que recordar y reivindicar, cada vez con más frecuencia, que el sistema español es el “par- lamentario”. Esto debería tener sus correcciones por quienes a alto nivel están cerca del poder. Sin embargo, no es así. A veces, cualificados técnicos mandarines en puestos de confianza política actúan con ex- tremada prudencia, no advirtiendo a sus superio- res jerárquicos (a lo sumo una vez, pues la segun- da es peligrosa), en la elaboración defectuosa de textos legales, de la gran importancia de la cali- dad legislativa. Son muchas las dimensiones afectadas por esta crisis y varias de ellas están siendo tratadas en esta Revista desde enfoques diversos y siempre desde el mismo fundamento, cual es el principio consti- tucional de la seguridad jurídica (artículo 9.3 CE). En este caso, quiero añadir una nueva perspectiva que añade a la dimensión técnica otra inevitable de carácter político que tiene su origen en el pro- ceso compulsivo y las prisas en elaborar, cambiar y dejar publicadas normas. Me refiero a la estabilidad normativa, la cual es arrasada tanto por el mismo gobierno que acude cada vez con más frecuencia a reformarse a sí mis- mo como, particularmente –y en ello me centraré por la actualidad- cuando afecta a un cambio de gobernantes tras unas elecciones. Además, quiero subrayar la conexión de los déficits de la calidad normativa con los crecientes de la calidad demo- crática tal y como en alguna ocasión he vinculado (Diario La Ley “Crisis institucional, crisis normativa, crisis democrática” 9 septiembre 2014 y Newsletter Abogacía 15 septiembre 2014: “Calidad legislativa- calidad democrática) No son, evidentemente, los tiempos de las grandes leyes de la última etapa del XIX que, en algunos casos, alargaron su vigencia durante si- glo y medio ni las de la primera etapa del anterior siglo. Incluso en este camino hacia 38 años de de- mocracia (se cuentan desde la Constitución) han cambiado muchos aspectos sobre las leyes. Y uno de los que se ha activado mucho es la rapidez y el vértigo en elaborarlas y aprobarlas. Mejor o peor técnicamente no es de lo que se tratamos en este trabajo aunque estén claros los resultados, pero sí desde otro enfoque importante: la estabilidad normativa. No se trata ni nadie pretende que haya leyes ina- movibles sobre las que el tiempo resbale. Era pa- radójico que las franquistas Leyes Fundamentales del Movimiento se definiesen por ser inalterables y permanentes en sus principios. ¡Pues vaya “mo- vimiento”! Ahora, el dinamismo de nuestra socie- dad y el ritmo muy rápido de evolución de ciertos sectores, además del carácter muy impulsivo, cua- si hiperactivo, de la actividad del gobierno como órgano legislativo o pre-legislativo y otras causas, están haciendo que esa sobreabundancia de legis- lación, además de desordenada y técnicamente mala, tenga una duración previsible de corto reco- rrido. Y eso puede ser algo también bastante ne- gativo en lo que se refiere a la seguridad jurídica. EXCESO DE VELOCIDAD La premura, tener en cuenta sólo el ahora o, como máximo, la fecha de las elecciones, es lo que con- diciona el ángulo de visión del gobernante. Le importa el hoy, el hoy, el hoy y solamente el hoy… pero también el mañana. De hecho, en la legislatu- ra terminada, la profusión normativa de la última etapa ha sido más que intensa, apabullante, como queriendo dejar blindadas para el futuro la nor- mación de todo. Eso hace pensar que se haya legislado no solo pensando en ese momento sino que si, además, se hace con mayoría suficiente para aprobarlas en solitario, en esa carrera de vértigo, además de hacerse sin recato trucos en el solitario normativo