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Carta del editor UNA NUEVA ETAPA, MUCHOS RETOS, TRES PRIORIDADES EN EL MES DE ENERO se ha producido el rele- vo en la presidencia del Consejo General de la Abogacía Española. Después de tres mandatos consecutivos, Carlos Carnicer, un hombre y un nombre para la historia de la Abogacía Espa- ñola, un ejemplo de independencia, coherencia personal e intelectual, de capacidad de diálogo, de dignidad y de cercanía personal, dejó su lugar a Victoria Ortega, la primera mujer que accede a este cargo. “Cuando eso deje de ser noticia y se vea con normalidad”, dijo la nueva presidenta en su toma de posesión, “seguramente estaremos muy cerca de haber conseguido esa igualdad que las mujeres nos hemos ganado con nues- tro esfuerzo hace mucho tiempo y que, en todo caso, la sociedad necesita”. (Texto íntegro de los discursos de Carnicer y Ortega en páginas interio- res). La nueva presidenta de la Abogacía ha puesto en marcha ya una amplia remodelación del Con- sejo, con nuevos nombramientos y la reorgani- zación de las Comisiones y Subcomisiones de la institución en busca de la mayor eficiencia y eficacia. La coordinación de estas Comisiones y de la labor de los Consejos Autonómicos y de los Colegios busca una Abogacía fuerte y unida que pueda afrontar adecuadamente los retos que, sin lugar a dudas, se van a plantear en los próxi- mos tiempos. “Cuando hemos hecho de la uni- dad nuestra bandera, es cuando más se nos ha respetado, más se nos ha valorado y más hemos conseguido”, dijo Victoria Ortega en su toma de posesión. Los retos son muchos. La puesta en marcha de Lexnet –una apuesta irrechazable por la moder- nización de la Justicia, pero con graves carencias que están suponiendo un serio problema para el trabajo de los abogados y ante lo cual el Consejo de la Abogacía (ver página 33) ha reclamado ma- yores inversiones y un rápida solución de todas las disfunciones existentes- la necesidad de se- guir de forma muy directa todas las actuaciones legislativas, en España y en Europa, que puedan afectar a la abogacía; las reformas relativas a los Colegios Profesionales; la Ley de Planta; la reti- rada definitiva de las tasas judiciales; o las leyes que afectan directamente a los derechos de los ciudadanos, exigen una respuesta proactiva de la Abogacía y de sus órganos institucionales. Si a Carlos Carnicer se le recordará por logros como la aprobación de la Ley de Acceso y su apuesta decidida por la mejora de la formación de los abogados así como por la modernización tecnológica de la Abogacía, la nueva presidenta de la Abogacía Española ha marcado un abanico de prioridades para su mandato: en primer lugar, defender los intereses de los abogados, defender y ampliar sus competencias, y hacer respetar su dignidad y la de la profesión. En segundo lugar, proteger los derechos de los ciudadanos y los de- rechos humanos en toda su extensión; y, final- mente, liderar un Pacto de Estado por la Justicia con el objetivo de configurar, mediante el con- senso, un modelo de Administración de Justicia del siglo XXI que merezca tal nombre, dentro de un Estado Social y Democrático de Derecho. l Febrero 2016_Abogados_3