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MICRORRELATOS Ganadores de abril y mayo del VII Concurso de Microrrelatos sobre Abogados L os meses de abril y mayo ya tienen sus ganadores parciales del VII Concurso de Microrrelatos sobre Abogados, con dos historias inquietantes y que a pesar de tener menos de 150 palabras, consiguen atrapar la atención del lector desde la primera línea. El primero, obra de Paola Andrea Rocca Targarona, auxiliar administrativa de una empresa de seguridad privada de Estepona (Málaga), es un relato sobre un abogado que no tiene claro en qué lado está, mien- tras que el segundo, escrito por Antonio Rodríguez Solís, antiguo juez sustituto que ahora es gestor pro- cesal en Cáceres, ganó el concurso con una historia al más puro estilo de novela negra. Tal y como se ha hecho en las anteriores ediciones del concurso, cada mes se irán publicando en la web www.abogacia.es y www.mutualidadabogacia.com, a través del micrositio www.microrrelatosabogados. com, las cinco palabras de obligada inclusión en el re- lato, de un máximo de 150 palabras y que debe versar sobre abogados, original e inédito. Mensualmente, se elige a un ganador de entre todos los microrrelatos recibidos, que se llevará un premio de 500 euros, y optará al premio final anual de 3.000 euros, que se otorgará al que el jurado considere mejor relato entre los 10 ganadores mensuales. En el micrositio pueden también consultarse to- dos los relatos seleccionados y ganadores de las seis ediciones anteriores del Concurso, así como las bases para la participación y el formulario a través del cual los participantes pueden enviar su relato junto a sus datos personales. Esta edición cuenta con las mismas bases de la edi- ción anterior, a excepción de que los textos podrán ser enviados únicamente a través de una vía, rellenando el formulario en el site www.microrrelatosabogados. com y, además de los ganadores mensuales, habrá dos finalistas “populares” elegidos por los otros con- cursantes. Para participar en el Concurso de Microrrelatos so- bre Abogados el usuario debe registrarse y unirse a la Comunidad de abogacia.es, y también quedará unido al Grupo de Microrrelatos, desde el que se puede se- guir el concurso e interactuar con otros participantes. Más información en www.microrrelatosabogados.com Por otro lado, los participantes podrán votar a través de la web a su relato favorito y los dos más votados entre enero y octubre también participarán en la fi- nal junto con los diez finalistas mensuales. Además, sus escritos serán publicados en el libro recopilatorio anual que se edita al finalizar el concurso. l GANADOR DE ABRIL EL ACUSADO Cuando estudiaba derecho pensaba que esto sería pan co- mido. Sin embargo, tras el hallazgo del extenso informe mé- dico acerca del trastorno de identidad disociativo que sufre el acusado, la sola idea de que pudiese verse mermada su condena por un eximente derivado de su enfermedad me atormenta. He pasado horas navegando en cuantas aca- demias de medicina virtuales pude encontrar, esperando que ello me pudiese ayudar a comprender cómo funciona su mente. Puede que mañana renuncie a defenderle, nunca lo descarto; pero la realidad es que esto comenzó hace de- masiados días y demasiadas noches y cada mañana vuelvo a levantarme y leo el informe como quien estudia un pro- grama electoral, como si pretendiese revelarme contra mi propia figura de abogado defensor y suplicar al juez una sentencia condenatoria para mi cliente. Lo que no entiendo, su señoría, y ruego se me explique, es qué hago sentado en el sitio del acusado PAOLA ANDREA ROCCA TARGARONA _ GANADOR DE MAYO TRÁGICA ABSOLUCIÓN La carta de la muerte sobre el parabrisas de mi coche. Un escalofrío atraviesa mi cuerpo. Es su forma de actuar. Los atropellados latidos de mi corazón marcan el ritmo frené- tico de las imágenes que pasan ante mí: un sumario mal tramitado, el defecto de forma, la prueba anulada, mi de- moledor discurso final, la absolución, la entrevista en el diario digital, mi nombre en el titular, el abogado de moda, la fiesta de hace un rato en el despacho hasta altas horas… Todo lo que me ha traído hasta este oscuro y solitario gara- je carece ya de importancia. Esa carta en el parabrisas es su forma de actuar, el macabro heraldo que anuncia la muerte inminente. Mi cliente, culpable, al que tan hábilmente ha- bía conseguido poner en libertad, el asesino de la baraja, ha elegido a su próxima víctima. ANTONIO RODRÍGUEZ SOLÍS _ 82_Abogados_Junio 2015