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PORTADA_ XI CONGRESO NACIONAL DE LA ABOGACÍA VITORIA-GASTEIZ TEXTO ÍNTEGRO DEL DISCURSO DEL PRESIDENTE DEL CONSEJO GENERAL DE LA ABOGACÍA, CARLOS CARNICER “LA ABOGACÍA ESTÁ DISPUESTA A COLIDERAR UN PACTO DE ESTADO POR LA JUSTICIA CON EL CONJUNTO DE OPERADORES JURÍDICOS Y LOS PARTIDOS” QUIERO COMENZAR mi intervención agradecien- do, de forma muy especial y sincera, la presencia en este acto de SM el Rey, el Jefe del Estado según reza nuestra Constitución. Gracias Majestad, sabemos de su cercanía y aprecio por nuestra profesión y es para nosotros un enorme honor y satisfacción el que haya podi- do y querido estar con nosotros, en este su primer año de reinado. Gracias también muy sinceras al resto de auto- ridades: al Lehendakari Sr. Urkullu, al Ministro de Justicia, Sr. Catalá, a la Presidenta del Parlamento Vasco, Sra. Tejeira, al Alcalde Sr. Maroto y al Diputa- do General de Álava Sr. De Andrés. Gracias a las autoridades Judiciales, Presidente del TSJ y Fiscal Superior, y al resto de autoridades presentes y que han querido acompañarnos. Me van a permitir también que exprese mi más sincero y profundo agradecimiento al Ilustre Cole- gio de Abogados de Álava, en la persona de su Deca- no Sr. García Pascual y al Consejo Vasco de la Aboga- cía, en la persona de su Presidente Sr. Fuentenebro. Y, en fin, muchas gracias a todos vosotros, com- pañeras y compañeros congresistas, a los ponen- tes, a los patrocinadores, colaboradores y exposito- res, así como a los organizadores y al personal del Consejo, que han contribuido de manera funda- mental a que este XI Congreso de la Abogacía sea una realidad. BIENVENIDOS – ONGI ETORRI Celebramos la decimoprimera edición de este Congreso de la Abogacía, en esta preciosa y acoge- dora ciudad de Vitoria. Nos produce enorme satis- facción volver a una tierra tan fecunda de brillan- tes juristas como es Euskadi, que ha contado con excelentes Decanos, de cuya generosidad la Abo- gacía española se ha beneficiado enormemente. Y digo volver porque, efectivamente, el primer Congreso de la Abogacía española se celebró en otra ciudad vasca, San Sebastián, en 1917, y marcó un hito en la historia de la abogacía. Han pasado ya muchos años de aquel Congreso y hoy, en Vitoria, cien años después renovamos el impulso congresual. 10_Abogados_Junio 2015 PERIODO DESDE CÁDIZ Los Congresos de la abogacía, son importantes para nosotros. Son momentos de mirar hacia atrás evaluando lo acontecido desde el anterior y, sobre todo, proyectando nuestras ideas hacia adelante para diseñar el futuro. Pero, como digo, la presencia de S.M. en la inau- guración de este Congreso, en el primer año de su reinado, lo hace especial porque me permite mirar más allá de la perspectiva temporal de un próximo Congreso, dentro de cuatro años, y abordar algu- nas cuestiones de gran futuro en torno al papel que la Abogacía quiere y debe asumir en nuestro Estado social y democrático de Derecho Por ello, no me detendré mucho relatando lo que la Abogacía ha podido sufrir y conseguir en estos 4 años. Todos sabemos que han sido tiempos difíciles marcados por una profunda crisis económica, que ha conllevado también, una crisis política y una cri- sis de valores. En este periodo hemos tenido que estar muy atentos ante una gran profusión de ideas, pro- puestas y proyectos de reformas legislativas para manifestar nuestra opinión, a veces incomoda, pero con seguridad necesaria en la tarea siempre inacabada de la construcción del Estado de Dere- cho, especialmente en lo que se refiere a los dere- chos y libertades de los ciudadanos. Es de sobra conocido el papel fundamental que la Abogacía ha jugado en cuestiones tales como la implantación de tasas judiciales, las propuestas de regulación de los servicios y colegios profesionales, las ideas para la reforma de la planta judicial y su- presión de partidos judiciales, de la Ley Orgánica del Poder Judicial, de la Ley de Asistencia Jurídica Gratuita,… por no citar el código penal, la ley de seguridad ciudadana, la Ley Mordaza, la Ley de Ju- risdicción Voluntaria o la reforma del Registro Civil. Creo, sin falsa modestia, que la Abogacía Espa- ñola ha dado en todas estas cuestiones ejemplo de unidad y firmeza, demostrando la capacidad de liderazgo de nuestro colectivo, sin más armas que la razón ni más aliados que una sociedad necesita- da de asesoramiento y defensa.