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escritores POR DERECHO ABOGADOS ESCRITORES UN FENÓMENO QUE TRASPASA ÉPOCAS Y FRONTERAS Texto_Sandra Gómez-Carreño Galán QUE ABOGACÍA Y LITERATURA son dos disciplinas que están más cerca de lo que parece, ha que- dado demostrado especialmente en los últimos tiempos, cuando una gran cantidad de autores de “bestsellers” han dado el salto del mundo del Dere- cho al mundo editorial. Si en un anterior número dedicamos estas páginas a escritores españoles que un día decidieron que querían escribir algo más que informes y recursos (como Lorenzo Sil- va, Ildefonso Falcones, José Manuel Otero Lastres, Manel Loureiro o Francisco González Ledesma, en- tre otros muchos), en esta ocasión nos centrare- mos en este fenómeno a nivel internacional. DE KAFKA A GARCÍA MÁRQUEZ, ABOGADOS DE TODAS LAS ÉPOCAS El fenómeno de los abogados que deciden conver- tir su afición a escribir en algo más que una ocu- pación de sus ratos libres no es nuevo. A muchos autores clásicos que en su día fueron abogados o estudiaron Derecho, un buen día se les cruzó en su camino la creación literaria, y gracias a ello encon- traron un hueco en la historia. Quizá uno de los casos más paradigmáticos fue el de Franz Kafka, que estudió Derecho obligado por su padre, y al terminar la carrera y las prácti- cas en tribunales civiles y penales, ingresó como pasante en una agencia italiana de seguros de accidentes laborales, donde comenzó a escribir. Tras abandonar la compañía de seguros en 1908, consiguió un trabajo en la compañía Arbeiter-Un- fall-Versicherungs-Anstalt für Königsreich Böhmen, donde estuvo hasta su jubilación anticipada en 1922. El horario de este empleo le permitió dedi- carse a escribir, y además el trabajo burocrático que desempeñaba en esta compañía le proporcio- nó una gran fuente de temas para su obra. Una de las obras más conocidas, y relacionadas 68_Abogados_Septiembre 2014 con su conocimiento del mundo jurídico –y quizá una de las más paradigmáticas relacionadas con la Justicia- es “El proceso” (Der Prozess), que aunque está inacabada, fue publicada de forma póstuma en 1925. En este relato, el protagonista Josef K. es arrestado una mañana por una razón que desco- noce. Desde este momento, se adentra en una pe- sadilla para defenderse de algo que nunca se sabe qué es y con argumentos aún menos concretos, tan solo para encontrar, una y otra vez, que las más altas instancias a las que pretende apelar no son sino las más humildes y limitadas, creándose así un clima de inaccesibilidad a la Justicia y a la Ley. De esta idea procede también uno de sus rela- tos cortos, “Ante la Ley”, donde un hombre llegado de lejos pretende cruzar la puerta de la Ley, pero un guardián se lo impide durante años. Al final, cuando el hombre está a punto de morir, el guar- dián le grita: “ninguna otra persona podía haber recibido permiso para entrar por esta puerta, pues esta entrada estaba reservada sólo para ti. Ahora me voy y cierro la puerta”. Kafka tuvo gran influencia en otro escritor que también cursó estudios de Derecho, aunque en este caso no los terminó, como fue el caso del recientemente fallecido Gabriel García Márquez, que comenzó la carrera en 1947, en la Universi- dad Nacional de Bogotá. Dos años después dejó la capital colombiana y continuó sus estudios en la Universidad de Cartagena. Sin embargo, y a pe- sar de sacar buenas notas en estos dos primeros cursos, sus inicios en el mundo del periodismo provocaron que las faltas de asistencia le hicieran perder el tercer curso, y decidió dejar los estudios para dedicarse a escribir. La relación entre literatura y Derecho presenta además otros casos que en algunas ocasiones pueden sorprender, como Goethe, Balzac, Víctor Hugo, Alejandro Dumas, Julio Verne, León Tolstoy, Voltaire, Marcel Proust o Mario Vargas Llosa. JOHN GRISHAM, EL REFERENTE Si hay un abogado escritor conocido en el mundo entero, y que además puso “de moda” el género