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OPINIÓN_ JOSÉ RAMÓN CHAVES GARCÍA Magistrado de lo contencioso- administrativo TREINTA COSAS QUE, COMO JUEZ, ME IRRITAN DE UN ABOGADO* (*) Segunda parte del artículo “30 cosas que como abogado me irritan de un juez”, publicado en el nº 86 de “Abogados” 36_Abogados_Septiembre 2014 SUELE DECIRSE que un juez debe ser una esfinge: impasible, solemne y distante. Sin embargo, los jueces tienen su corazoncito y cuentan con las debilidades propias de todo ser humano, por lo que pese a la hermética coraza que cargo y toga imponen, bien está exponer treinta cosas que pueden irritar a algunos jueces, en cierto tono de humor pero sobre el pedestal de la realidad cotidiana. Si bien tienen su inspiración en el ámbito contencioso-administrativo, fácilmente pueden predicarse de otros órdenes jurisdiccio- nales. Veamos. 1. Que el abogado llegue tarde, sin disculparse. 2. Que el abogado vaya con toga, pero desali- ñado o indecoroso. Da la sensación de que no le importa su imagen ni la vista oral a la que se acude. 3. Que el abogado convierta su alegato oral en el maratón de Nueva York para predicadores. No digamos cuando afirma por novena vez: “ Y por último, aludiré...”.