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Ocio POR DERECHO ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas… y con derechos? R SANDRA GÓMEZ-CARREÑO GALÁN obots que exigen derechos laborales. Androides que, hartos del trato deni- grante que reciben, piden ser respe- tados al igual que los humanos. Siste- mas policiales capaces de adelantar- se a los asesinatos y arrestar a los culpables antes de que los cometan. Clones creados para vivir las vidas de sus titulares, o para servir de repositorio para órganos o vientres de alquiler, y que de re- pente toman conciencia de sí mismos y se rebelan contra ese destino… el mundo de la ciencia fic- ción, tanto en la literatura como en el cine o las series, está plagado de ejemplos de distopías que hace unos años podrían sonar a algo lejano e im- posible, pero que hoy en día, con el gran avance de la tecnología y la inteligencia artificial, ofrecen una visión del lado menos amable de éste progre- so, y suena muy real. Terroríficamente real, en algunos casos… Éste reportaje es sólo una pequeña muestra de un universo casi inabarcable por su extensión y profundidad. Y es que la ciencia ficción es mucho más que fantasías sin fundamento y esconde in- teresantísimos debates políticos y filosóficos, más allá de la Puerta de Tannhäuser... ANDROIDES CON CONCIENCIA Uno de los principales elementos que vertebran las películas de ciencia ficción es la dualidad androi- de/humano, las diferencias entre los sintéticos y los naturales, basadas, básicamente, en la capaci- dad (o no) de los primeros de tener conciencia de sí mismos, y por tanto, de si éstos son sujeto de los mismos derechos de sus creadores. Este argumento filosófico no es nuevo. Por citar algunos ejemplos, ya René Descartes consideraba, en su obra “Discur- so del Método” (1637) que los autómatas podían ser capaces de responder a un estímulo o una inte- racción humana, pero que ésta respuesta, carente de pensamiento y por tanto no adecuada, no podía ser considerada como propia de seres conscientes. Desde entonces, este pensamiento ha estado pre- 68 _ Abogacía Española _ Febrero 2018 sente en diferentes corrientes filosóficas. Pero fue la llegada de Alan Turing, el matemático famoso por haber desencriptado a la máquina nazi Enig- ma, lo que supuso un verdadero impulso al con- cepto de Inteligencia Artificial y la posibilidad de que ésta pudiera ser similar o incluso confundida con la humana. Turing fue el creador, en 1950, del famoso test que lleva su nombre, y que ha ser- vido de base para muchas obras de ciencia ficción. El test de Turing se basa en probar la habilidad de una máquina para exhibir un comportamiento inteligente similar, o indistinguible al de un hu- mano, mediante la evaluación de conversaciones