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IX CONCURSO DE MICRORRELATOS SOBRE ABOGADOS ANA MARÍA GAMBOA, MARÍA DOLORES NAVARRO Y LORENZO DAVID RUBIO, GANADORES DE JUNIO, JULIO Y AGOSTO El IX Concurso de Microrrelatos sobre Abogados inicia su recta final después de conocerse los ganadores de los meses de junio, julio y agosto. Ana María Gamboa Monte y María Dolores Navarro Esteban y Lorenzo David Rubio Martínez, respec- tivamente, han conseguido convencer al jurado para hacerse con el galardón de éstos tres meses. La primera, abogada de Madrid, se hizo con el premio gracias a una historia sobre un futuro no muy leja- no en el que los nuevos colaboradores de los despachos podrían dar ciertos proble- mas “especiales”, mientras que la gana- dora de julio, auxiliar administrativa del Ayuntamiento de Murcia y estudiante de Derecho, consiguió convencer al jurado GANADOR DE JUNIO MARCELINO Ana María Gamboa Monte AAprovechando el cobro de unos ho- norarios atrasados me fui a descansar a una playa de arena blanca y aguas turquesas. Por desgracia regresé ur- gentemente. En mi ausencia Marceli- no se había vuelto loco. Era un colabo- rador imprescindible en mi despacho. Redactaba escritos, demandas, y todo tipo de recursos. Gestionaba el correo, las carpetas de los clientes, y me avi- saba con su voz acerada de cualquier notificación. Experto en investigar los asuntos de más enjundia, encontraba al instante la documentación judicial más novedosa. Tras mi partida y bajo una frenética hiperactividad, Marceli- no había preparado escritos absurdos y demandas inexistentes que enviaba con mi firma digital a procuradores elegidos al azar, además de licencias estrambóticas y un sinfín de despropó- sitos. Quizás fue mi culpa, me serví de su eficiencia y no supe poner el linde necesario en nuestro trabajo comparti- do. A mi pesar tuve que desconectarlo. Era un robot jurídico muy especial. 74 _ Abogacía Española _ Octubre 2017 GANADOR DE JULIO OLFATO DE APRENDIZ María Dolores Navarro Esteban Va para diez años que soy aprendiz de jurista. Y estoy contento con esta pro- longada situación porque mi abogado- mentor y yo nos damos mutuamente seguridad en todo lo que emprende- mos juntos. Y confío en que continúe contando por más años con mi olfato nato para autentificar a un presunto maleante, defraudador…Y además se- guir siendo su fiel amigo. Sin embar- go, siendo cierto lo que cuento, tam- bién lo es que me quejo, a mi manera, de dos cosas: de no poder sentarme en un taburete junto a él mientras atien- de a algún cliente, teniendo siempre que permanecer tumbado a sus pies bajo su mesa de despacho, y de no po- der acompañarle en las vistas. Él ar- guye que no puedo asistir al juzgado porque con ello haríamos un incum- plimiento de las normas. Mi olfato me dice que en verdad teme que me dé un pronto perruno y me ponga a ladrar. con una historia sobre un “aprendiz” de letrado muy especial que no puede des- plegar todas sus dotes como quisiera. Por su parte, Lorenzo David Rubio, profesor de Lengua en un instituto de Palma de Mallorca se inspira en la exitosa “Juego de Tronos” para elaborar una historia ju- rídica con mucha épica. Tal y como se ha hecho en las ante- riores ediciones del concurso, cada mes se van publicando en la web www.abo- gacia.es y www.mutualidadaboga- cia.com, a través del micrositio www. microrrelatosabogados.com, las cinco palabras de obligada inclusión en el re- lato, de un máximo de 150 palabras y que debe versar sobre abogados, original e inédito. Mensualmente, se elige a un ganador de entre todos los microrrelatos recibidos, que se llevará un premio de GANADOR DE AGOSTO EL TRONO DE HIERRO Lorenzo David Rubio Martínez Pese al calor de agosto, el encausado apareció en la vista oral con una ar- madura de hierro y una espada “de acero valyrio”, aseguraba que era. Le acusaban de haber decapitado a doce soldados de la Guardia Real. El abo- gado, secándole el sudor por la celada con toallitas perfumadas que sacaba de un neceser, esgrimía que se trataba de un caso de trastorno mental transi- torio. Su cliente se había tragado las siete temporadas de Juego de Tronos en solo tres días, por lo que tal hecho heroico podía tener dos consecuen- cias: entrar al Libro Guiness de los Ré- cords o sufrir un síndrome quijotesco temporal de creerse caballero al servi- cio de Khaleesi, la legítima heredera. Mientras todos reían de tan demente alegato, irrumpieron rompiendo las ventanas tres dragones echando fue- go por la boca. En ese momento, el acusado exigió un juicio por combate. Fue declarado inocente. 500 euros, y optará al premio final anual de 3.000 euros, que se otorgará al que el jurado considere mejor relato entre los 10 ganadores mensuales. En el micrositio pueden también con- sultarse todos los relatos seleccionados y ganadores de las seis ediciones anteriores del Concurso, así como las bases para la participación y el formulario a través del cual los participantes pueden enviar su relato junto a sus datos personales. l