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OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE, ABOGACÍA Y DERECHOS HUMANOS MOVILIDAD VS. AIRE LIMPIO: DOS DERECHOS CONDENADOS A ENTENDERSE E l derecho de las personas a respirar aire lim- pio es, según la ONU, un factor esencial del derecho a un medio ambiente saludable –re- cogido en el artículo 45 de la Constitución Española- y que afecta también al derecho a la salud, también recogido en nuestra Carta Magna como Derecho Fundamental. Por otro lado, especialmente en el caso de las grandes ciudades, sus habitantes también tienen derecho a desplazarse por ellas de la manera más eficiente y cómoda posible, ya sea a través del transporte público como de medios pri- vados, para garantizar servicios y la realización de las obligaciones laborales y asuntos personales. Estas dos realidades han sido desde hace mucho las dos caras de la misma moneda, pero ha sido en los úl- timos años cuando han chocado frontalmente, debido sobre todo a la saturación del transporte en grandes núcleos urbanos, que han tenido como consecuencia una degradación de la calidad del aire que se respira, formando las conocidas como “boinas” de contamina- ción –una cúpula de partículas que cubre el cielo, ge- nerada por el tráfico y la actividad de la ciudad como calefacciones u otros focos energéticos-, que provocan en muchas personas enfermedades y síntomas respira- torios, alérgicos o empeoran patologías previas. Los datos no hacen más que confirmar la gravedad de la situación actual: según el informe “El aire que respiras: la contaminación atmosférica en las ciuda- 6 _ Abogacía Española _ Noviembre 2019 des”, elaborado por el Observatorio DKV de Salud y Medioambiente con la Fundación Ecología y Desa- rrollo (ECODES), Madrid y Barcelona han registrado 28.339 muertes prematuras por culpa de la contamina- ción atmosférica en la última década, lo que representa el 30,5% del total en España. El informe, hecho público el pasado mes de septiem- bre, señala que en España se produjeron 92.672 muer- tes naturales provocadas por la contaminación del aire entre 2000-2009. Estas cifras tienen también un coste económico, ya que según el Banco Mundial, combatir los efectos de la contaminación en la salud representa para España un gasto de más de 35.000 millones de euros; es decir, cercano al 3,5% del PIB. El problema es a nivel mundial: la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que hasta un 92% de la población del planeta respira aire contaminado en niveles peligrosos para su salud y la contaminación se sitúa como la cuarta causa de mortalidad a nivel mundial con 7 millones de fallecimientos al año. Ade- más, la mala calidad del aire puede ser causante de hasta 101 enfermedades distintas, como dolencias cardiovasculares y neurológicas, trastornos neuropsi- cológicos, o determinados tipos de cáncer como el de pulmón, vejiga, riñón o colorrectal. Frente a estas cifras, el parque español de vehículos cerró el año pasado con un volumen de 29,7 millones de unidades, un 2,2% más que en 2017 y casi el 8% de aumento en los últimos cinco años, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) recogidos en el Informe Anual 2018 de la Asociación Española de Fa- bricante de Automóviles y Camiones (Anfac), con una media de 12,4 años de antigüedad. En cuanto a los ve- hículos de energías alternativas, el parque de modelos eléctricos era el año pasado de 54.209 unidades, casi el doble que los registrados en 2017, pero que representa apenas el 1% del total.