El mago

Lucía Damacela · Singapur 

¡Otra vez de juerga! Las pupilas dilatadas te traicionan. Tenía la sospecha de que me habías reservado una sorpresa para el día de tu aparición en corte. Sabes que ésta es la última vez que te represento. He decidido enfocarme en el mundo corporativo para dejar de defender a gente como tú. No he podido hacer ninguna diferencia contigo; cada vez que te saco de un lío sólo he logrado habilitar una nueva escapada tuya. Por lo menos debo hacer algo de dinero ¿no crees? Se lo debo a tus nietos. A propósito ¿cuándo los vas a visitar? Sabes que te adoran y te extrañan. Como yo cuando era niña. Mago con objetos y con palabras. Tu supremo acto de magia fue desaparecer de mi vida, y luego reaparecer como truhan de pacotilla. ¿Me escuchas? Tu falta de concentración me enerva… Por favor, guárdate las lágrimas para el juez.

 

0 Votos

 

Queremos saber tu opinión