Imagen de perfilSOFOCONES COMPENSATORIOS

Purificación Ruiz Gómez · Madrid 

Cuando acabó el juicio, Carmen, abogada matrimonialista y feminista con mano de hierro, sacó de su neceser una toallita para secarse el sudor. El calor físico y mental provocado por este caso le había derretido hasta la paciencia. Pero había ganado. Sabía que su victoria era temporal y que el encausado, después de un tiempo razonable de tregua, volvería a las andadas. De nuevo se las vería con él en esta cruzada a favor de las mujeres que había sido su causa vital. Y seguiría siéndolo para siempre.
Abrazó a su defendida con la satisfacción de haber conseguido para ella no sólo una compensación monetaria justa por sus sacrificios y renuncias , sino además un triunfo moral que le devolvería la confianza perdida en sí misma, y en un mundo susceptible de valorar la generosidad por encima de la traición y el egoísmo. Creando jurisprudencia con regusto a utopía…

 

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