Imagen de perfilABOCATUS ABOCATO

Miguel Ángel García Rodríguez 

El joven macho de la especie abocatus abocato eleva su cabeza por encima de la linde de su territorio. Busca alguna hembra, pero, la entrada del macho dominante, que se permite la licencia de pasearse por su territorio con libertad, ejerce un inmediato efecto sobre el grupo, cuyos miembros agachan la cabeza en señal de sumisión y la jungla de teclados vuelve a ponerse en marcha.
El joven macho es llamado por el macho dominante a su espacio personal donde, tras cerrar la puerta, ha de batirse con él en la arena.
Esta vez no hubo tampoco suerte tras la batalla: los honorarios se quedaría como estaban.
El macho joven debía mostrarse paciente, investigar a su rival y esperar el momento, confiando en que, acumulando méritos en territorio de caza, La Sabana de lo Penal, le hiciera subir escalafones en el grupo y convertirse en el nuevo macho alfa.

 

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