Imagen de perfilDel suelo al cielo

Toni Durán 

Aquel día se levantó temprano. Sabía que el 21 de diciembre de 2016 no iba a ser cualquier día. Se había vacunado contra la decepción; quería creer que su reciente tatuaje, una pequeña balanza, apenas perceptible, en su antebrazo hoy sí se pondría de su lado. Su batalla contra Goliat apenas había comenzado. Se “calzó” sus puñetas y esperó paciente a que la noticia llegara. A eso de las 11, ya todo el mundo sabía que la sentencia del Supremo tenía plazo de caducidad. Justo ese día. Los consumidores (o la justicia) habían ganado el asalto a los bancos. Pasó a saludar al presidente de la Audiencia que como ella esperaba ansioso. Luego se fue a repartir las cestas de Navidad entre sus clientes. Hoy pagaba la banca.

 

+13

 

Queremos saber tu opinión