19 febrero 2018

El Defensor del Pueblo pide cerrar el centro de acogida de inmigrantes de Motril por insalubre

El Defensor del Pueblo ha pedido el cierre del centro de primera asistencia y detención de inmigrantes de Motril, en Granada, porque considera que estas instalaciones policiales a las que son conducidas las personas que llegan a la costa en patera son “insalubres e inadecuadas” para realizar esta función, informa Europa Press.

Es la conclusión que ha elevado tras la visita de tres técnicos de la institución, que se presentaron por sorpresa en el centro el pasado mes de noviembre, inspeccionaron las instalaciones y los libros de registro y se entrevistaron tanto con los agentes que custodiaban a los inmigrantes detenidos como con algunos de ellos. Vivieron además, in situ, la llegada a puerto de los migrantes rescatados de una patera en el mar.

 El informe que elevaron detalla toda una lista de deficiencias entre las que destaca la “inadecuación de las instalaciones para que pernocten en ellas menores de edad y madres con bebés”, a quienes se conduce a estas dependencias “insalubres” después de llegar en embarcaciones irregulares.

Solicita que se dicten instrucciones para que mientras se cierra o acondiciona el centro, “los menores de edad y las madres con hijos de corta edad, permanezcan en otras dependencias más adecuadas a las respectivas situaciones, dando preferencia a los trámites administrativos a realizar con estas personas”.

Los técnicos se encontraron con que “no existe luz natural, por lo que en todo momento las personas detenidas sólo cuentan con luz artificial” durante su estancia en estas celdas que, además “no disponen de literas” lo que obliga a que los hombres detenidos “tengan que depositar las colchonetas en el suelo para dormir”.

“Las instalaciones no cuentan con sistema de calefacción, pese a encontrarse al borde del mar y soportar el rigor propio de los meses de invierno. El personal de custodia no cuenta con una preparación específica en materia de atención a personas migrantes (rudimento de idiomas, conocimientos de legislación de extranjería, etcétera) y permanecen en el interior de las instalaciones y en el pasillo de celdas portando sus armas reglamentarias con cargador”, detalla.

Asimismo, detectaron “la práctica consistente en la lectura colectiva de derechos”, algo que “debe rechazarse y proporcionar una información individualizada y comprensible a cada persona”, cosa que también encontraron en la Comisaría de la Policía Nacional en Algeciras y por lo que el Defensor del Pueblo ha elevado una recomendación “de alcance general”.

De hecho, sobre Algeciras ha emitido otras observaciones, como que las cifras de migrantes que pasan por su comisaría anualmente “aconseja la previsión” de otras dependencias. Allí se duerme o se sienta la gente en el suelo porque no hay espacio suficiente. En las celdas, donde deberían convivir máximo seis personas del mismo sexo, entran siete. Hay menores solos a la espera de pruebas de determinación de la edad y los registros no recogen en qué patera llegaron.

No es el único centro de primera recepción de inmigrantes bajo el radar del Defensor del Pueblo, que en su papel como Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura realiza visitas periódicas a todo tipo de centros de detención, incluidos los espacios policiales como las comisarías a las que son conducidos los migrantes recién llegados a la costa sur española.

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