03 abril 2018

Un marco mejor para los consumidores europeos: transferencias a bajo precio en toda la Unión y conversiones de moneda más justas

La Comisión Europea ha presentado una propuesta para abaratar el coste de los pagos transfronterizos en euros en toda la UE. Conforme a la normativa en vigor, si los residentes o las empresas de la zona del euro realizan una transacción en euros, no existe diferencia entre que lo hagan en su país o en otro Estado miembro de la zona del euro.

La propuesta de la CE tiene por objetivo extender esta ventaja a las personas y las empresas de los países que no pertenecen a la zona del euro. Esto va a posibilitar que todos los consumidores y las empresas aprovechen al máximo el mercado único cuando envíen o saquen dinero o cuando paguen desde el extranjero. Todos los pagos transfronterizos en euros dentro de la UE, pero fuera de la zona del euro, tendrán el mismo precio que los pagos internos (sea una comisión pequeña o inexistente) en la moneda oficial correspondiente. La Comisión también presenta hoy una propuesta para hacer más transparentes y competitivos los servicios de conversión de moneda para los consumidores que compren bienes o servicios en una moneda que no sea la suya.

Los consumidores y las empresas de la zona del euro disfrutan de un régimen de comisiones muy reducidas en los pagos transfronterizos en euros, a raíz de la introducción del Reglamento relativo a los pagos transfronterizos en 2001. Conforme a la normativa en vigor, si los residentes o las empresas de la zona del euro realizan una transacción en euros, no existe diferencia entre que lo hagan en su país o en otro Estado miembro de la zona del euro. La propuesta de hoy tiene por objetivo extender esta ventaja a las personas y las empresas de los países que no pertenecen a la zona del euro cuando viajen o paguen en el extranjero, lo que pondrá fin al coste elevado de las transacciones transfronterizas en euros dentro de la UE.

En particular, esta propuesta establece que las comisiones aplicadas a pagos transfronterizos en euros sean iguales a las que se apliquen a los pagos nacionales equivalentes en la moneda local. Esto reducirá dichas comisiones a solo algunos euros o incluso céntimos. Por ejemplo, una transferencia transfronteriza en euros (EUR) desde Bulgaria costará lo mismo que una dentro de Bulgaria en levas (BGN). Este cambio reviste una gran importancia, ya que las comisiones por una simple transferencia pueden llegar a ser exorbitantes en algunos Estados miembros que no pertenecen a la zona del euro (hasta 24 EUR por una transferencia de 10 EUR). Estas comisiones sustanciales que se pagan hoy día constituyen un obstáculo para el mercado único, puesto que crean barreras para las actividades transfronterizas de los hogares (compra de bienes y servicios en zonas con otra moneda) y las empresas, especialmente las pymes. Esta situación ocasiona una disparidad sustancial entre los residentes de la zona del euro, que disfrutan de una moneda única, y los de países que no pertenecen a la zona del euro, que solo pueden realizar transacciones poco costosas dentro de su propio país.

La propuesta presentada también arrojará transparencia en los pagos que comprendan varias monedas de la Unión. En la actualidad, los consumidores no suelen recibir información adecuada o no suelen conocer el coste de las transacciones que implican una conversión de moneda. La propuesta exigirá, por tanto, que los consumidores sean informados al completo del coste de la conversión de la moneda antes de que realicen dicha compra (p. ej., en línea o con su tarjeta en el extranjero, ya sea retirar dinero de un cajero o realizar un pago en un punto de venta). Ello les permitirá comparar el coste de diferentes opciones de conversión para poder tomar una decisión informada. Los resultados de estudios recientes muestran que los consumidores vienen quejándose de las prácticas de conversión dinámica de moneda, esto es, pagar en el extranjero con su moneda propia, y piden su prohibición tras haber constatado que han salido perdiendo en la mayoría de los casos estudiados. La falta de la información necesaria para poder escoger la mejor opción, con frecuencia, da lugar a que los consumidores sean injustamente inducidos a optar por conversiones de moneda más costosas. La Autoridad Bancaria Europea se encargará de preparar un borrador de normas técnicas de regulación para hacer efectiva esta mejora de la transparencia.

La propuesta legislativa se remitirá ahora al Parlamento Europeo y al Consejo para su adopción.

 

Fuente: http://europa.eu/rapid/press-release_IP-18-2423_es.htm

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