13 marzo 2018

La Inteligencia Artificial en el día a día de un abogado: qué le va a enseñar y cómo lo cambiará

Jorge Morell Ramos (@Jorge_Morell). Abogado, coorganizador del primer Congreso sobre Legaltech en España en 2017. Especializado en Derecho de Internet para la Empresa por la UOC-UIB

¿Qué es la inteligencia artificial (en adelante IA) y por qué debería resultar interesante a los abogados? Seguramente estamos hablando del fenómeno sobre en el que se basará la denominada cuarta revolución industrial. De hecho, recientemente el CEO de Google, Sundar Pichai, afirmó que a su parecer la IA tendrá tanto impacto como el fuego y la electricidad.

Repitámoslo una vez más, ya que no es una afirmación cualquiera, que la IA tendrá tanto impacto como el fuego y la electricidad.

¿Pero que es la IA que puede llegar a ser tan importante? La IA consiste en el término usado para referirse a cualquier software capaz de ejecutar una tarea normalmente asociada a un humano al requerir de cierta inteligencia. Por ejemplo, un software capaz de reconocer objetos en una fotografía, clasificarla según ese reconocimiento y tomar una decisión de acuerdo a esa calificación, sería una IA.

Un caso así serían las nuevas cámaras de tráfico de la DGT que captan una fotografía del conductor al volante, reconocen en la imagen si el conductor lleva o no el cinturón de seguridad abrochado, y si no es el caso, automáticamente comunican al infractor que ha sido sancionado. Sin intervención humana a no ser que haya recurso posterior.

El software que hace funcionar ese proceso es una IA.

¿Pero cómo funciona esa IA? Dependerá del caso, pero normalmente el software ha sido entrenado por humanos gracias a un gran volumen de datos previos relacionados con el objeto perseguido. Esos datos le ayudan a crear un modelo de reglas por el que aprender a identificar en una fotografía la existencia o no de un cinturón de seguridad. Una vez entrenada, la IA se pone en funcionamento y se va corrigiendo y mejorando con más datos en función de los resultados ofrecidos.

Explicado eso, ¿cómo algo así puede afectar a un abogado? En verdad es algo que ya está ocurriendo, a una escala quizá todavía pequeña pero sin duda con un potencial tan enorme que será inevitable aplicarlo en múltiples áreas del día a día de un profesional del sector legal.

En la actualidad la IA de tipo legal es buena para localizar términos o frases que encajan con un criterio que le hemos dado o detectar patrones en un gran volumen de datos, ya sean, contratos, sentencias u otro tipo de documento legal.

De esa forma, una vez fijado un criterio, por ejemplo “Localiza todos los contratos firmados por el despacho en los últimos 5 años”, la IA localiza esa información y sobre la misma se pueden haber adoptada una serie de reglas que faciliten nuestro trabajo.

Por ejemplo, podría indicarle al software que los contratos consistentes en NDAs o acuerdos de confidencialidad sean directamente enviados a determinada persona. Por el contrario, si el contrato no es un NDA e incluye una cláusula de prórroga automática, que me los notifique con 5 semanas de antelación al plazo señalado. Y ya que estamos, que me envíe los contratos de colaboración ya revisados previamente y con sometimiento a jurisdicción española, y que los deje aprobados para su firma.

Lo contado no es teoría, es algo que ocurre ya, y de hecho en versiones incluso más complejas y elaboradas. Por ejemplo, la mayor teleco de Australia, Telstra, ahorró en un año 6.500 horas de trabajo en relación a la gestión, control y aprobación de NDAs al automatizar ese proceso en su departamento legal. Por tanto, al final del día la IA permitirá que tareas legales repetitivas, con una mínima intervención del profesional o basadas en modelos, sean prácticamente un área exclusiva de trabajo del software legal.

Primero para no perder tiempo en tareas de poco valor, pero sobre todo por no tener nada que hacer un humano frente a la capacidad de proceso de computadores y software a la hora de revisar grandes volúmenes de datos.

¿En qué otros ámbitos va a cambiar el día a día del abogado? Hemos hablado del análisis y revisión de contratos, pero también resulta más rápida y eficaz una IA al hacer búsquedas de documentación o jurisprudencia. Igualmente, se convierte en una gran herramienta a la hora de predecir resultados judiciales basados en centenares de miles de precedentes o estimar con gran acierto el importe más probable de la pensión alimenticia que queremos solicitar.

Por lo tanto, será muy considerable lo que nos enseñará y podrá llegar a cambiar la IA nuestra forma de trabajar, de hecho ya lo está haciendo hoy a pequeña escala.

En cualquier caso, no lancemos las campanas al vuelo y pensemos que algo así implica la llegada de “abogados robots” o conceptos similares, ya que eso está todavía muy lejos de ocurrir. Ahora bien, no subestimemos lo mucho que la IA legal presente y de medio plazo va a alterar el día a día del profesional legal.

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