20 octubre 2017

Reflexiones sobre los incendios forestales

Una vez más, trágicas noticias de los incendios forestales han ocupado la atención de los medios de comunicación durante estos últimos días. Lamentablemente la rapidez de las noticias tapa lo que viene sucediendo al día siguiente, pues al escribir estas líneas no sé a ciencia cierta si la tragedia de los incendios de California ha terminado o continúa todavía arrasando ese Estado americano.

No me quiero olvidar tampoco de la tragedia ocurrida en Portugal, porque al igual que en Galicia y en California ha costado la vida a muchas personas. Algunas, anónimas, han dejado su vida por proteger las de otros. Desde aquí todo mi respeto y consideración hacia esas situaciones que se producen después de las catástrofes y que quedan en los círculos más íntimos de quienes las sufren.

Cuando ocurren estos hechos tan dolorosos y lamentables para personas y medio ambiente, vuelve una vez más “la huída al derecho penal”, muchos dicen “hay que endurecer las penas”. Triste es para un país que todos los problemas los tengan que resolver los tribunales.  El fiscal de Medio Ambiente de Galicia, con la dura experiencia de llevar varios años trabajando en estos asuntos, huía de esas generalizaciones de “criminalidad organizada” y recordaba que se puede castigar a los culpables hasta con penas de veinte años de cárcel. Estos términos y la simplificación de la complejidad de los incendios nunca se utilizan por la gente que conoce este grave problema.

De todos los comentarios que se han publicado sobre el tema, me remito a las reflexiones del Catedrático de Derecho Administrativo y Profesor de Derecho Ambiental de la Universidad de A Coruña, Francisco Javier Sanz Larruga, cuando insiste en la prevención y pregunta cómo en pleno siglo XXI no somos capaces de acabar con tan devastadores fenómenos, señalando fundamentalmente que el origen del problema está en el ser humano y un aspecto que en algunos medios ha pasado desapercibido, las temperaturas elevadas en este mes de Octubre y concretamente en Galicia, con los vientos causados con los extremos del huracán “Ophelia”.  Así el Profesor Sanz Larruga dice textualmente:

“De la lectura de muchas de las informaciones de expertos que se han publicado en estos días, deduzco que buena parte del problema de los incendios forestales de nuestros días hay que vincularlo con el problema global del cambio climático. Los efectos del calentamiento global sobre adversos fenómenos meteorológicos, parecen expresar claros indicios de tan grave problema. Pero, incluso, sobre la lucha contra el cambio climático hay estrategias y medidas en curso (como el Acuerdo de Paris) que tratan de revertir el cambio global y caminar hacia una sociedad descarbonizada, si bien todavía hay muchos obstáculos en la hoja de ruta propuesta.

 En el específico campo de los incendios forestales, la “ciencia del fuego” ha avanzado de forma impresionante y ha permitido mejorar indiscutiblemente en todas las actuaciones de prevención, de intervención y de reparación de los daños. Ante tanto dolor y rabia, tras las catástrofes humanas y ambientales que se derivan cada uno de los incendios, la imaginación humana se ha avivado en la búsqueda de soluciones y la innovación aporta ya nuevos y eficaces instrumentos de combate. Sin embargo, a mi juicio, la lucha más eficaz -en la que vienen insistiendo casi todos los expertos- es la batalla callada y silenciosa de la prevención que pasa por una “política integrada en la gestión de los incendios” en cuya base está una buena ordenación del territorio (desarrollo rural, ordenación forestal, protección de la biodiversidad, gestión de riesgos, etc.), adecuada para cada espacio territorial y para cada ecosistema, y, sobre todo, de forma prioritaria, por una profunda educación ambiental y alfabetización ecológica”.

Efectivamente, como señala en su texto el Profesor, hace falta trabajar mucho más en la prevención y en la educación ambiental, y añado, en la planificación de una política forestal adecuada a la situación de cambio climático que ya padecemos, dejándonos de grandes titulares y llevando a cabo la dificultad del trabajo diario en estos temas, que en lugares del territorio español que llevan una política forestal adecuada rara vez se producen graves incendios.

En resumen, es un conjunto de factores múltiples los que inciden en los incendios forestales y hay que huir de las soluciones mágicas y la búsqueda de culpables inmediatos. Trabajar más en la prevención y en la educación y adaptarnos a la situación de cambio climático que ya padecemos y de la que los acontecimientos de otra índole nos llevan a olvidarnos de algo tan importante para nuestra propia supervivencia como es el medio ambiente cada día más amenazado y olvidado por nuestros dirigentes políticos.

  José Manuel Marraco Espinós

                                                                                  Abogado

Twitter: JMMarraco

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