
Blog de Comunicación y Marketing Jurídicos
12 septiembre 2017
Por Lidia Zommer
TWITTER @lidiazommer
En un mercado tan competitivo como la abogacía actual, pensar que la excelencia profesional trae por sí sola clientes es una creencia limitante que nos paraliza y nos debilita frente a competidores más dinámicos.
Conocer los códigos y buenas prácticas comunicacionales de la era digital aporta a los abogados grandes oportunidades para ampliar su audiencia, fortalecer sus marcas y aumentar su negocio.
La participación sin estrategia genera pocos resultados, pero con un plan bien implementado un despacho de abogados puede conseguir importantes ventajas. He aquí las principales:
Analizar debidamente las necesidades, preocupaciones y barreras de nuestro cliente ideal es el paso inicial de nuestra estrategia digital y deriva de nuestra propuesta de valor.
Lo importante es que, desde que nos pueden googlear y cualquiera puede mencionarnos, tener una identidad digital no es una opción, sólo podemos decidir si la gestionamos nosotros o la dejamos en manos de los demás.
Los canales digitales ofrecen a quienes realmente sean expertos la gran oportunidad de generar reconocimiento sin el marco de una gran firma.
Los formatos digitales también son útiles para mostrar la personalidad de los abogados. Cuando la calidad técnica se presume, la diferenciación puede ser alcanzada por la calidad de servicio. Nuestro enfoque de la profesión, nuestra personalidad y estilo de comunicación pueden ser apreciadas en un vídeo o una conversación en redes, generando una conexión personal que coadyuva para ser elegidos.
Pero actualmente, a las referencias que tradicionalmente recibíamos de nuestros clientes, colegas y conocidos se le suman nuestros contactos en redes sociales, aumentando a lo bestia tu alcance a audiencias más allá de las fronteras físicas.
La recomendación es hoy, igual que hace 100 años, la fuente principal de clientes para los abogados. La diferencia es que hoy pueden recomendarte personas que nunca te han visto personalmente.
El embudo de compra en el sector legal es un proceso que se inicia cuando alguien tiene una necesidad de asesoramiento legal, no cuando los abogados buscamos más trabajo.
Por ello, debemos plantear nuestros perfiles sociales y sitios web como puertas de entrada, en lugar de escaparates, y pensar en nosotros como autores y editores, en lugar de comerciales.
Es un proceso integral y estratégico de adquisición e incremento de una relación de confianza.
La prueba social y la valoración directa de los conocimientos del abogado es mucho más convincente que los conceptos autolaudatorios con los que los despachos solemos llenar nuestras páginas webs.
Este cambio no tiene vuelta atrás.
Internet es la herramienta de comunicación más poderosa de la historia de la humanidad, pero todavía la mayoría de los abogados no la aprovechamos con estrategia: ¿de qué lado estás tú?
Lidia Zommer
Socia Directora de Mirada 360º – Marketing para Abogados
TWITTER @lidiazommer
WEB: mirada360.es