12 mayo 2016

¿Cómo analizan los bancos el riesgo de nuestro despacho para concedernos un préstamo?

Eva Val Por Eva Val

 

Hay tres criterios básicos para una entidad bancaria que, de forma global, van a influir a la hora de estudiar el riesgo de una operación:

  • Seguridad de reembolso: el despacho financiado debe ser capaz de generar los recursos suficientes que le permitan afrontar el pago de las cuotas periódicas una vez llegados los vencimientos.
  • Liquidez: la entidad financiera deberá mantener un equilibro entre la liquidez necesaria para afrontar la retirada de dinero de sus depositantes y el fondo que presta a sus clientes.
  • Rentabilidad: el banco persigue que la restitución del dinero prestado se acompañe de intereses y comisiones.

Con objeto de analizar la situación de sus clientes el banco busca información continua,  tanto interna como externa, sobre la marcha del negocio.

INFORMACIÓN INTERNA

La primera información sobre nuestro despacho el banco la obtiene a través de una entrevista.

En esta primera relación el responsable nos solicitará unos datos concretos, siendo habituales:

  • Datos sobre la estructura jurídica del despacho.
  • Memoria de la empresa, en la que se describa su trayectoria
  • Personal directivo
  • Clientes y proveedores importantes del despacho con sus condiciones de cobro y pago.
  • Datos económicos: balance y cuenta de resultados.

INFORMACIÓN EXTERNA

Ficheros que recogen las deudas impagadas. A algunos de estos ficheros solo acceden las entidades de crédito, pero a otros también acceden otras entidades que aportan información a los ficheros como compañías telefónica o  de seguros.

  • Ficheros de impagados
    • RAI: Registro de Aceptaciones impagadas.
    • ASNEF: Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito.
  • Registro de riesgos autorizados a un cliente
    • CIRBE: Central de Información de Riesgos del Banco de España
  • Otros Ficheros
    • BORME: Boletín Oficial del Registro Mercantil
    • Registro de la Propiedad

La posibilidad de morosidad de la empresa y su grado contrastado a través de estos registros serán informaciones clave que condicionarán la condición del préstamo.

Luego un análisis pormenorizado sobre una empresa comprenderá tanto el estudio de su capacidad productiva y entorno más inmediato como el análisis económico y financiero de sus balances y cuenta de resultados.

Todos los análisis tienen que concluir que el despacho será capaz de reembolsar los fondos prestados a su vencimiento.

Conviene también conocer algunos términos:

  • Capacidad de solvencia del cliente: es el patrimonio (dinero, bienes inmuebles, acciones u otros derechos) que posee el cliente. Cuanto mayor sea su montante y más fácilmente se pueda convertir en dinero, mayores garantías ofrecerá para el banco.
  • Capacidad de reembolso: liquidez suficiente para hacer frente al pago de las cuotas correspondientes.
  • Capacidad de gestión de la empresa: funcionamiento de la empresa.
  • Capacidad de endeudamiento: importe máximo de deuda al que puede hacer frente una empresa.

Aunque el banco concederá riesgo crediticio en la medida que crea que la empresa es capaz de reembolsar los fondos, lo normal es que exijan garantías adicionales para cubrir imprevistos que puedan surgir.

LA NEGOCIACIÓN CON EL BANCO

Cuando tenemos que negociar con el banco la concesión de un préstamo, hay algunas actitudes que no nos benefician:

  • la demora injustificada en la entrega de la documentación solicitada.
  • La ausencia o mala calidad de la información económica financiera presentada.
  • La poca transparencia en las entrevistas con los gestores bancarios.

Sin embargo, sí nos ayudará:

  • Dar a conocer nuestras necesidades con suficiente antelación al momento concreto en el que se precisen los recursos. La excesiva prisa al solicitar una financiación puede transmitir falta de planificación y mala gestión de la empresa.
  • Resaltar los puntos fuertes del despacho: nuestros logros, nuestra ventaja en relación a la competencia.
  • Convertir nuestros puntos débiles en oportunidades de mejora.
  • Transmitir sensación de control de negocio.
  • Presentar la información transparente y verídica.
  • Utilizar los fondos para el destino previsto en la solicitud para no alimentar la desconfianza del banco para posibles relaciones.

De todos modos, recuerda que no todos los bancos se comportan de igual forma, por lo que puede que una entidad nos apruebe una operación de crédito y otra no.

Eva Val
Gerente del Colegio de Abogados de Álava

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