04 febrero 2016

Es tiempo de cambio. Sé feliz.

Sara Molina  Por Sara Molina
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“Si Da Vinci no hubiera cambiado, habría sido solo un matemático con pésima ortografía. Como mucho un buen ingeniero. Pero a estas alturas absolutamente olvidado”. B. Casella

A menudo hablamos de KPIS, estrategia, rentabilidad, sostenibilidad… y en este post quería reflexionar acerca de cuáles son realmente nuestras metas y objetivos, porque a veces los árboles no nos dejan ver el bosque y la vida diaria, el estrés y el trabajo hacen que perdamos el rumbo de lo que buscamos.

De nada te sirve tener la mejor firma del mundo si pierdes en el camino lo más importante: tu felicidad. La clave por tanto, y tu mejor estrategia, nace de tu propia actitud. Me gusta decir que la clave del éxito y la mayor innovación en el despacho no está en un software sino en tu propio hardware y en el de las personas que trabajan contigo. Quizás ha llegado el momento en el que debes ocuparte de tu autoconocimiento y en ser un experto en ti mismo.

Te animo a que salgas de tu zona de confort y te atrevas a replantearte tu vida personal y profesional y, si no eres feliz, no te preocupes sino ocúpate.

¿Eres feliz?

El punto de partida debe ser tu propio autoconocimiento, por eso no se trata tanto de realizarte la pregunta de si eres feliz, sino de saber quién eres realmente y qué significa para ti la felicidad. Tómate tu tiempo, coge un papel y un boli y haz una lista de cosas que te hagan feliz y que tienes, el don de disfrutar no se encuentra sino que es algo que se lleva dentro. Después de este ejercicio te animo a que en tu vida diaria, en la toma de decisiones tanto personales como profesionales, te centres en los “para qué” no en los “por qué”.

Te puedo asegurar que trabajar sobre la felicidad es rentable porque tu crecimiento personal revertirá sin duda en el profesional. A continuación te dejo algunas preguntas para poder empezar a trabajar sobre ti mismo:

  1. ¿Qué me motiva?
  2. ¿Cómo puedo ser más eficaz y eficiente con mi tiempo, habilidades y conocimientos?
  3. ¿Cuáles son mis valores?
  4. ¿Estoy alineado con ellos?
  5. ¿Qué es lo que me está frenando?
  6. ¿Qué es lo que estoy evitando?
  7. ¿Qué puedo aprender yo de esto?
  8. ¿Qué puedo hacer para cambiarlo?
  9. ¿Qué es el éxito para mí?
  10. Las Decisiones que tomas en estos momentos. ¿Las estás haciendo por ti mismo, o estás dejando que otros las hagan por ti?

Una vez que aterrices tu propio conocimiento, te invito a que en el despacho empecéis a trabajar por metas que son precisamente esos “para qué” que os motivan y hacen alcanzables vuestros objetivos. Para ello es muy útil el Método Humble de Administración por Objetivos (APO)  que implica una continua revisión y adecuación a cualquier cambio que queremos implementar en el despacho:

Método Hubble

 

La APO es una técnica de dirección de esfuerzos a través de la planificación y el control basada en el que para alcanzar resultados la organización necesita antes definir en donde está actuando y a dónde pretende llegar. John W. Humble la definía como “un sistema dinámico que busca integrar las necesidades de la empresa de definir y alcanzar sus propósitos de lucro y crecimiento con la necesidad del gerente de contribuir y desarrollarse. Es un estilo de gerencia exigente y estimulante”.

Trabajar con metas implica ser más flexibles y estar predispuestos al cambio como fórmula del éxito, por ello es necesario que parta de un cambio de actitud y como consecuencia de ello también implicará otras modificaciones en cuanto a la gestión económico-financiera, la organización de la firma…

En una economía globalizada, interconectada y altamente competitiva los despachos actúan en un entorno tecnológico cambiante con condiciones de mercado muy exigentes caracterizado por una exigencia cada vez mayor del cliente que busca el “más por menos”.

La necesidad de una gestión del cambio o “Change Management” ha hecho imprescindible la máxima de adaptarse o morir. Hay que estar continuamente evaluando nuestro modelo de negocio, preguntándonos periódicamente nuestra estrategia y táctica para alcanzar nuestros objetivos a largo plazo y todo ello implica un nivel de exigencia personal a todos los que componen la firma que, en algunas ocasiones, puede resultar estresante si no lo realizamos correctamente.

La clave está en alinear a toda la organización, porque el problema con el cambio, y en concreto en el despacho, es salir de nuestra zona de confort: del “llevamos haciendo las cosas de esta manera y no nos ha ido mal del todo” al “conseguir que vayan mejor y que las personas que trabajen en la firma sean más eficientes y felices”.

El cambio normalmente viene acompañado por la incertidumbre, la falta de comunicación. A continuación te dejo alguna de las claves para su gestión:

  1. Comunicar la amenaza de no efectuar el cambio
  2. Involucrar al equipo en el trabajo y la toma de decisiones dentro de lo posible
  3. Minimizar la incertidumbre
  4. Celebrar los éxitos durante el rumbo a las metas
  5. Explicar las razones para cambiar
  6. Se lo mas trasparente que puedas

El cambio es menos aterrador cuando conduces la vida del despacho teniendo en cuenta a los pasajeros. Te invito a que reflexiones sobre lo que realmente te importa y te darás cuenta de que no es ganar más dinero, el poder o realizarte profesionalmente, sino que el trabajo es un medio para ser feliz a tu manera y no al revés.

Sara Molina

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