07 enero 2016

Hablar en público: asignatura pendiente

María Antonia Carmona Por María Antonia Carmona
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Los abogados se enfrentan a numerosas situaciones en las que han de hablar en público: juicios, relación con clientes, presentaciones a compañeros de despacho, conferencias, sesiones de networking, etc.

HGEST Y MARKablar en público supone competencia profesional (“saber y conocer” de lo que hablamos), pero sobre todo habilidades comunicativas específicas: convencer, persuadir, motivar, entusiasmar, para “ganarnos” al juez, al jurado, a los clientes, a los compañeros de profesión, etc.

Te proponemos diez claves que te ayudarán a apoyar y maximizar tu competencia profesional y a incorporar en tu práctica diaria habilidades de éxito para hablar en público:

  1. Prepárate: Primero: estudia la situación y las características de tu audiencia. Segundo: decide qué vas a decir y cómo lo vas a decir. Tercero: visualízate en acción. Recomendamos grabarse haciendo la exposición, en vídeo y audio por separado, para que te veas y escuches adoptando la postura de un “observador externo”. Este es un buen método para analizar qué imagen damos y cómo sonamos. Además, puedes pedir la opinión “objetiva” a alguien que te merezca credibilidad y así poder hacer los ajustes oportunos. Ir a ver juicios y analizar (teniendo en cuenta los puntos que señalamos en este post) la intervención de nuestros colegas puede ser también un buen método de aprendizaje y mejora.
  2. Cuida el “qué decir y sobre todo cómo decirlo”: está demostrado que el 80% del impacto de un mensaje radica en cómo decimos lo que decimos (mirada; voz: tono, velocidad, articulación, volumen; gestos: cuerpo, cara, manos, saludo, etc.). Es importante enfatizar las partes más importantes del discurso, de nuestros alegatos, mostrar mirada, gestos y tono de voz seguros, establecer contacto visual con nuestra audiencia, en el caso del juez le indicara respeto, en el jurado interés, en nuestros defendidos apoyo… y además nos permitirá detectar como impacta nuestro mensaje (¿interesa, sorprende, disgusta, aburre?). Por el contrario, el 20% del impacto del mensaje radica en lo que decimos (el mensaje en sí mismo: discurso, alegaciones, exposición, etc.). Sin embargo: cuando preparas tu mensaje, ¿a qué dedicas más atención y preparación, a lo que vas a decir o a cómo lo dices?
  3. Recopila el máximo de información sobre tu audiencia: cuáles son sus intereses, inquietudes, forma de actuar, capacidades y circunstancias y adáptate a ellos.  No es lo mismo hablar a una comunidad de propietarios que a un directivo. Y sobre todo tened en cuenta que ninguno de ellos domina el lenguaje jurídico. Puede ser interesante, antes de entrar en la sala, asistir al juicio anterior para ver cómo es el juez, analizarlo y ver cuál puede ser la mejor estrategia, además de familiarizarte con él. También puede ser interesante tratar de obtener referencias sobre el abogado/a de la parte contraria.
  4. Ten en cuenta el  grado de atención tu  audiencia: No es lo mismo hablar al juez a las 10 de mañana que hacerlo a las 13:00, cuando lleva escuchando alegaciones  más de 3 horas.
  5. Se breve y, sobre todo, conciso/a: centrar los argumentos y probarlos  en el punto verdaderamente controvertido del pleito en  vez de  alargar  y dar vueltas y vueltas  a lo mismo. Error frecuente cuando no nos hemos preparado o estamos nerviosos.
  6. Utiliza la ley del contraste: prepárate siempre para el escenario más adverso.  Esto además de ayudarte  a ir con más y mejores herramientas hará que, cuando llegue el “Día D” (juicio, cliente, etc.), cualquier situación te parezca más favorable que la imaginada, y digamos “Ah, pues no era para tanto”.
  7. Gestiona tu “diálogo interno”: estate  atento/a  a esa vocecilla que te dice “seguro que me pongo nervioso/a”, “yo no puedo”, “yo no sé” etc. Supone una orden directa al inconsciente, que hará todo lo posible para que esta profecía se cumpla y nos pongamos nerviosos, no podamos y no sepamos. Trabaja autoinstrucciones positivas y programa los mensajes inconscientes a tu favor. Ten en cuenta que somos lo que pensamos.
  8. Gestiona tus emociones: tener controladas todas las técnicas anteriores te permitirá, en gran medida, gestionar tus nervios, miedos, ansiedad, etc. Además hay numerosas técnicas psicológicas (mindfulness, visualización, relajación, tapping, etc.)  que permiten adquirir mayor seguridad, confianza y tranquilidad.
  9. Analiza tu actuación: tras hablar en público es importante que analices cómo lo has hecho, anotando “puntos fuertes” (todo lo que has hecho bien, por ejemplo llevarlo preparado, mirar a tu interlocutor, etc.) y “puntos a mejorar” (todo lo que has de cambiar para la siguiente ocasión, por ejemplo, no analizar a tu interlocutor, hablar de carrerilla, etc.).
  10. Ten en cuenta que: a  hablar en público se aprende practicando, pero has de “practicar bien” (lograr el objetivo en el menor tiempo posible, de la mejor manera posible y con “el menor sufrimiento”). A todo ello te ayudará poner en práctica las claves descritas en este post.

María Antonia Carmona  Carles 

Consultora, Coach y Formadora en MAIGRUP

TWITTER: @macarmonacarles

WEB: www.maigrup.com

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