05 enero 2016

El primer contacto de muchos clientes con mi despacho: la página web

David Muro  Por David Muro
TWITTER @Davidmurof

A día de hoy cuando nos surgen ciertas necesidades y tenemos que buscar un hotel, billetes de avión, productos tecnológicos, seguros o ropa, por poner algunos ejemplos, nos viene a la cabeza directamente utilizar algún buscador de internet. Cada vez acudimos más a la red en busca de productos y servicios diversos, y el sector legal no es distinto.

¿Es necesario contar con una página web de mi despacho? Si lo que quieres es crecer y no quedarte atrás con respecto a tu competencia, la respuesta es un rotundo sí. Da igual que seas un despacho unipersonal, pequeño, mediano o grande, la web es una herramienta que se antoja imprescindible a la hora de mostrar al mundo nuestro despacho.

Como principal escaparate de mi bufete, he de cuidar mucho su diseño y funcionalidad. Lo primero de todo es pararse a pensar y saber qué es lo que quiero conseguir con mi página web: potenciar mi imagen y presencia en la red, informar a mi público, generación de “leads” o oportunidades de venta, venta directa ( e-commerce, asesoramiento on line)…

Si contestamos a la pregunta anterior y establecemos esos objetivos de forma precisa tendremos los elementos para poder realizar análisis sobre el retorno de las inversiones realizadas (ROI).

Las decisiones con respecto a su desarrollo dependerán de mis objetivos, del público al que me dirijo, de la imagen a transmitir, mis servicios y el presupuesto que puedo destinar. A partir de aquí y teniendo claro cuál es el objetivo de mi página web, hay ciertas cosas a tener en cuenta que no puedo pasar por alto: Página web despacho

  • Dominio. El nombre de nuestro dominio se ha de corresponder con el nombre del despacho, ser lo más corto posible e intentar en la medida de lo posible que sea fácil de pronunciar. En el caso del dominio es preferible comprar los .es, .com, .net. abogado y .law, para evitar acciones de competencia desleal que nos vayan a traer problemas a posteriori. Hay personas que se dedican a esta práctica para luego vender esos dominios al mejor postor. Cuidado con esto.
  • Limpieza y sencillez. Muchas veces confundimos la simpleza con la sencillez. Una web tiene que ser intuitiva, clara, transparente. A todos nos pasa que si nos metemos en un sitio web en el que no nos aclaramos, hay demasiado texto o imágenes confusas nos salimos inmediatamente. Cuidemos este aspecto de cara a lograr que el usuario permanezca en nuestra web y se sienta cómodo, y, por supuesto, que encuentre lo que busca y repita.
  • Visual. Una web ha de ser visual, contar con imágenes de calidad, logos, una estructura coherente y atractiva. No es necesario plagar el sitio de páginas, que puedan confundir al usuario.
    Que quede claro quiénes somos, qué hacemos, quiénes lo hacen y dónde y cómo pueden encontrarnos. Esta es la base de la web. A partir de aquí, y dependiendo de las credenciales, sellos de calidad, rankings, o contenidos que pueda generar, podré jugar con las distintas páginas o urls de mi web.
  • Relación texto/imágenes. No carguemos la página de texto. Cada vez leemos menos, esto es así. Los clientes no permanecerán mucho en nuestra web, hemos de ser capaces de acompañar los textos concisos, breves y directos, con buenas imágenes del despacho, fotos de nuestras propias instalaciones o fotos que inspiren confianza, seriedad, modernidad. Huyamos de las típicas fotos que siempre se han relacionado con la justicia, como el mazo o la justicia ciega, libros, etc… No dicen mucho y no nos van a hacer sobresalir de la competencia. Humanicemos la web con fotos de los abogados, que son los que van a hacer tangible el servicio.
  • Promociona tu sitio web. Dalo a conocer. Que conste en mi papelería, en los cuadernos, carpetas y folletos corporativos, en la firma de tus e-mails, por supuesto en tus tarjetas… Dalo de alta en directorios online. Si tenemos la posibilidad y actualizamos o rediseñamos nuestra web, intentemos que un medio sectorial hable de ello… Cuantas más personas sepan que has cambiado el escaparate de tu tienda mejor. Podrás tener más visitas, pero que compren dependerá de cuánto les guste y necesiten lo que se van a encontrar.
  • Visitas. Es fundamental medir el tráfico en mi web. A día de hoy contamos con Google Analytics, una herramienta muy poderosa para medir cómo está funcionando mi web, quién entra en ella, cómo entra, desde dónde entra, qué páginas son las más visitadas, qué contenidos son los más visitados, etc. Si no medimos este tipo de cosas no sabremos si nuestra web funciona o no y si nuestra inversión está resultando rentable.
  • Responsive. Estamos en la era de los dispositivos móviles. ¿Cómo accedemos nosotros mismos a internet para buscar muchos de los productos o servicios que necesitamos? En muchos casos con el teléfono móvil o la tableta. Pues nuestros potenciales clientes harán lo mismo en la gran mayoría de las ocasiones. Nuestra web tiene que contar con una versión móvil que se adapte a este tipo de búsquedas.
    La visión de mi web será distinta en el móvil que en el ordenador. Hay que adaptarse a los cambios en el comportamiento de los clientes, y el sector legal no se tiene que quedar atrás. Las búsquedas en dispositivos móviles ya superan a las de los ordenadores, vivimos con tres pantallas a la vez, la tele con internet incorporado, la tableta y el móvil… Abramos los ojos a los avances tecnológicos y cómo hemos de adaptar nuestra presencia en la red.
  • Actualización de contenidos. En relación de los contenidos podemos hacer referencia a dos tipos: los relativos a mi firma (descripción del despacho, historia, oficinas, áreas de práctica, etc.) y los relativos a la generación de contenidos, (novedades legislativas, noticias, artículos, newsletters, calendario de eventos, “realiza tu consulta”).
    Cuidado con el autobombo y la excesiva promoción. Hay que ser objetivos, concisos y directos, resaltando aquellas ideas que creamos pueden aportar valor al usuario pero sin ser muy densos con el desarrollo de los contenidos. Pensemos en el cliente cuando escribamos este tipo de contenidos y qué es lo que le puede llamar o no la atención. No pensemos tanto en nosotros, intentemos ser empáticos y quitar la “paja”, de cara a que conste sólo aquella información que realmente puede interesarle al potencial cliente.
    La generación de contenidos requiere de un gran cuidado y actualización, lo que aportará valor al usuario. Denotan especialización y continuo reciclaje. Es beneficioso contar con un calendario de contenidos e ir nutriendo nuestra página web de cara a mejorar nuestro posicionamiento online, poder aparecer en las primeras posiciones de búsquedas y fidelizar al usuario que al encontrar contenidos actualizados será más propenso a volver a visitar mi web.

Uno de los objetivos que perseguiremos con la web será posicionarla, por supuesto. De nada sirve tener una web y que no esté posicionada en internet, y que aparezca, de una forma razonable, en los primeros filtros de búsqueda de vez en cuando. Aquí entra en juego el SEO (Search Engine Optimization, posicionamiento de la web en los buscadores por el contenido de la misma) y el SEM (Search Engine Marketing, posicionamiento de la web a través del marketing y la publicidad en buscadores), dos herramientas que merecen un post aparte de cara a un adecuado uso.

Démosle a nuestra página web la importancia que merece, no hay que esperar a  que los Reyes Magos nos traigan una web con la que sea fácil y rápido conseguir clientes, es algo que requiere de tiempo, reflexión y mucho análisis.

David Muro
TWITTER: @Davidmurof

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