17 septiembre 2015

Refugiados: Es tiempo de aplicar la ley

Una vez más, las autoridades europeas están afrontando un problema humanitario de primera magnitud con políticas represivas de cierre de fronteras y sanciones penales. Una vez más, se olvida que los Derechos Humanos deben inspirar cualquier política migratoria, más aún cuando afectan a personas refugiadas o desplazadas. Una vez más, el sueño de la Europa culta, fuerte y unida se está convirtiendo en una pesadilla plagada de muros y alambradas.

En España sabemos muy bien que no se han inventado vallas ni concertinas que la desesperación no pueda traspasar. Más bien hemos constatado sus fracasos. Si su función principal es limitar o impedir el tránsito de personas, sortear su derecho a circular por el planeta para, pretendidamente, garantizar una falsa seguridad, lo que consiguen es llevar a multitud de seres humanos hacia una muerte casi segura, incrementando la duración de las penalidades en su travesía y  propiciando o consolidando el negocio de unas mafias que luego cuesta millones de euros combatir.

Desde el Consejo General de la Abogacía Española hemos denunciado reiteradamente vulneraciones de los Derechos Humanos allá donde se producen. Y, desgraciadamente, lo vamos a tener que seguir haciendo.

Pero, sobre todo, tenemos que actuar. Frente a la desesperante lentitud de las instituciones políticas para dar respuesta al éxodo de personas que huyen del horror de la guerra, la sociedad civil deberá reaccionar con agilidad, informándose, preparándose para acoger a personas refugiadas en todos los aspectos. La aportación de los abogados, necesariamente, está centrada ante todo en el derecho y en el cumplimiento de las normas comunes que obligan a todos los estados que las han suscrito. No es cuestión de solidaridad, sino de justicia.

El primer paso ha sido crear un registro de abogados y abogadas voluntarios para dar asistencia jurídica a quienes buscan refugio y tienen derecho a encontrarlo. Después, hemos constituido un Comité de Expertos para coordinar y asesorar a los que prestemos el servicio.

Nosotros, los abogados, estamos dispuestos. Los servicios de Extranjería de los Colegios de Abogados llevan más de 25 años trabajando con inmigrantes, personas que llegan a nuestro país en condiciones difíciles. Lo estamos haciendo ya con refugiados sirios.

Nuestro compromiso en la defensa de los Derechos Humanos está claro. Ojalá todas las instituciones implicadas en esta crisis comprendamos que no es tiempo ya de la política, sino de aplicar la ley.

 

 

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