14 septiembre 2015

El cambio climático y la próxima Cumbre de París

Diciembre de 2015 tiene que ser la fecha en la que la 21 Conferencia sobre el Clima que se va a celebrar en París marque definitivamente una postura de los Gobiernos de todo el mundo para frenar el cambio climático.

El Protocolo de Kyoto deberá ser sustituido por un acuerdo internacional sobre el clima que permita limitar el calentamiento global a un nivel por debajo de 2ºC: todos los países, incluidos los mayores emisores de gases de efecto invernadero (tanto los países desarrollados como los países en desarrollo), deberán comprometerse de forma vinculante por primera vez en un marco de transición hacia sociedades y economías con bajas emisiones de carbono.

Actualmente asistimos a una crisis ecológica de calado mundial que incluso el actual Papa Francisco en su reciente “Enclícica Laudato Si´” ha considerado digna de atención. No es que solo desde su interpretación admita que sea una realidad, sino que alude también al consenso científico en torno a tal conclusión. Consecuentemente, y en palabras textuales de la misma, la humanidad está llamada a tomar conciencia de la necesidad de realizar cambios de estilos de vida, de producción y de consumo, para combatir este calentamiento o, al menos, las causas humanas que lo producen o acentúan […]. Necesitamos una conversación que nos una a todos, porque el desafío ambiental que vivimos, y sus raíces humanas, nos interesan y nos impactan a todos. […] .

Calculo que a estas alturas algunos negacionistas de este fenómeno como el presidente del Gobierno habrán ya desmentido a sus primos científicos poseedores de la auténtica verdad.

Hay un hecho notable que debo resaltar como es el importante pronunciamiento de un Tribunal Holandés que el 24 de junio de 2015 que consideró el cambio climático como una certeza fáctica amparándose en los dictados del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC en adelante, en sus siglas en inglés), el principal órgano internacional encargado de evaluar -de forma objetiva, transparente, abierta y comprensible- la información científica, técnica y socio-económica relevante para entender la base científica del riesgo que supone el cambio climático provocado por la actividad humana, sus posibles repercusiones y las opciones que existen para adaptarse al cambio climático y atenuar sus efectos.

Desde mi punto de vista, se trata de una sentencia que no ha tenido la difusión debida, por lo que, en este blog, después de unos meses de reflexión, quiero vehementemente destacar.

Como he apuntado previamente, la existencia del cambio climático ha dado “un giro de tuerca”: ya no sólo se trata de afirmaciones consensuadas globalmente por climatólogos, geógrafos, políticos y economistas (con Nicholas Stern a la cabeza), sino que por primera vez una instancia legal lo ha considerado como un hecho jurídico.

La organización ecologista holandesa “Urgenda” planteó en la mencionada fecha que el Estado holandés tenía una obligación de regular límites claros en las emisiones de gases de efecto invernadero, particularmente en las emisiones de CO2. Asimismo, sostuvo que no seguía una política climática adecuada y por tanto infringía el deber de velar por la sociedad que representa, lo que conlleva un evidente e irreversible daño a la salud humana y al medio ambiente. Por ello, suplicó al Tribunal que impusiera a los Países Bajos el deber de limitar el volumen conjunto de las emisiones anuales del país en un 40% y al menos en un 25% en el año 2020, tomando como referencia las emisiones del año 1990.

Efectivamente así se tomó la determinación, basando su tesis el Tribunal en que los datos que actualmente han sido analizados por el IPCC sobre el cambio climático son hechos contrastados y se toman como punto de partida para la formulación de políticas de adaptación y mitigación del mencionado fenómeno. Dado que el Estado ostenta un deber de proteger a sus ciudadanos frente a los peligros como el que configura el cambio climático, debe tomar medidas efectivas de limitación de emisión de CO2. De otro modo actuaría negligentemente y de manera ilegal.

Espero y deseo que todos estos hitos pongan freno al cambio climático que presenciamos día tras día, pues es una evidencia que hay que atender y comprender que el clima es condición esencial para el mantenimiento de la vida en la Tierra. No nos acostumbremos a ver esas imágenes que abundan en los noticiarios de constantes fenómenos atmosféricos con graves repercusiones para la vida humana y el medio ambiente, empecemos a poner remedio desde hoy con nuestra conciencia activa.

 

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