29 abril 2015

La ONU mantiene su misión en el Sáhara Occidental sin competencias en supervisión de DDHH

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha aprobado este martes la prórroga de la misión internacional en el Sáhara Occidental (MINURSO) pero ha vuelto a dejar fuera del mandato de este contingente la supervisión de la situación de los Derechos Humanos en la antigua colonia española.

Los 15 países del máximo órgano de decisión de Naciones Unidas han ratificado una resolución que amplía el mandato de la MINURSO hasta el 30 de abril de 2016.

Marruecos se hizo con el control del Sáhara Occidental en 1975 cuando el Gobierno español retiró al Ejército de la zona, lo que llevó al Frente Polisario a iniciar una guerra de guerrillas que se prolongó hasta 1991, cuando Naciones Unidas declaró un alto el fuego y envió a la MINURSO.

Las autoridades de Rabat rechazan que la MINURSO asuma en su mandato la supervisión de la situación de los Derechos Humanos en el Sáhara y sostiene que la Unión Africana no debería intervenir en este asunto. El reino alauí argumenta que el territorio debería tener un nivel de autonomía pero no la independencia, una postura que rechaza el Frente Polisario. Marruecos no forma parte de la Unión Africana por el tema del Sáhara Occidental.

El Frente Polisario se encarga de gestionar los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia). Tras la aprobación de la resolución, el delegado de Malasia se ha quejado por la falta de transparencia que cree que ha existido en las negociaciones sobre la resolución, según ha informado Naciones Unidas.

El borrador del texto fue inicialmente presentado por el llamado Grupo de Amigos del Sáhara Occidental (Estados Unidos, Francia, España, Reino Unido y Rusia) antes de ser entregado al Consejo de Seguridad de la ONU. Los delegados africanos se han quejado de que su continente no esté representado en el Grupo de Amigos del Sáhara Occidental.

El ‘número dos’ de la Embajada de Francia ante Naciones Unidas, Alexis Lamek, ha dicho que la resolución da “un necesario ímpetu al proceso político” en el Sáhara, que ha permanecido encallado durante el último año.

Por su parte, el embajador de Marruecos, Omar Hilale, ha celebrado la resolución y ha defendido a su país frente a las acusaciones de que está explotando los recursos de este territorio, con el argumento de que su actuación es legal.

El Sáhara Occidental es una región rica en fosfatos y podría albergar yacimientos de petróleo y gas en sus costas. El Frente Polisario se ha quejado por las compañías occidentales que están buscando recursos naturales en el Sáhara con el permiso de las autoridades marroquíes.

La Unión Africana ha reclamado de nuevo a la MINURSO que asuma la tarea de supervisar la situación de los Derechos Humanos, como sucede con el resto de las misiones de Naciones Unidas de mantenimiento de la paz, pero la resolución no entra en ese punto. Además, ha reclamado que la resolución declare explícitamente que la MINURSO organice un referéndum sobre el Sáhara, tal y como establece su propio nombre (Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental).

El representante del Frente Polisario, Ahmed Boujari, ha destacado en un comunicado el apoyo de la Unión Africana y ha lamentado la postura de Francia por considerar que “sigue siendo el principal obstáculo para una paz justa y duradera” en este territorio.

DERECHOS HUMANOS

El Consejo de Seguridad de la ONU, órgano que decide cada año la prórroga de la MINURSO y en el que ahora se sienta España, parece haber asumido que no lleva a ningún lado el debate recurrente sobre la ampliación del mandato de la MINURSO para que vigile los Derechos Humanos, sobre todo después de que EEUU intentara sin éxito avanzar en este aspecto en 2013.

Aquel año, la Administración Obama se atrevió a proponer que la MINURSO tuviera competencias para vigilar los Derechos Humanos –como tienen todas las misiones de mantenimiento de la paz de la ONU–, lo que provocó un enfado monumental de Marruecos, que llegó a suspender unas maniobras militares conjuntas con Estados Unidos en Agadir. Una conversación entre el presidente estadounidense, Barack Obama, y el monarca marroquí, Mohamed VI, recondujo la situación y Washington rectificó.

En 2014, la bronca se trasladó a la relación entre Marruecos y la ONU. El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, pidió establecer un mecanismo independiente e imparcial de supervisión del respeto a los Derechos Humanos en Sáhara Occidental en su informe anual sobre el contencioso.

Marruecos respondió bloqueando el despliegue de la nueva jefa de misión de la MINURSO, Kim Bolduc, unas trabas que se unían al veto que durante todo 2014 mantuvo sobre el enviado personal de Ban en el Sáhara, Christopher Ross. También hubo que esperar a una conversación telefónica de Mohamed VI con Ban para solventar el diferendo.

SILENCIO ESTRATÉGICO

España, que desde enero pasado se sienta como miembro no permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, ha mantenido hasta el momento un silencio estratégico respecto del debate en torno a la renovación de la MINURSO, con el objetivo de que este tema no enturbie su relación con Marruecos, que atraviesa uno de sus mejores momentos.

La MINURSO se estableció en 1991 para vigilar el alto el fuego entre Marruecos y el Frente Polisario y elaborar un censo de la población que tendría derecho a votar en un futuro referéndum de autodeterminación sobre la integración o independencia del territorio de Marruecos.

Ante el bloqueo en el derivó la propuesta de referéndum, en la actualidad la misión se dedica fundamentalmente a tareas de desminado en la zona. También ha colaborado en el intercambio de visitas familiares entre los habitantes del Sáhara Occidental y los refugiados de los campamentos de Tinduf (Argelia).

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