25 noviembre 2014

25N, Día contra la Violencia de Género: la necesidad del abogado antes de interponer la denuncia

En las sociedades avanzadas y democráticas es inconcebible que existan comportamientos tan execrables como los tipificados como violencia de género. Según datos de la Agencia de la Unión Europea para los Derechos Fundamentales (FRA) – premiada este año por el Observatorio de Violencia de Género del Consejo General del Poder Judicial-, 17 millones de mujeres han experimentado violencia física; 3,7 millones han sufrido violencia sexual en el matrimonio y una de cada 20, mayores de 15 años, ha sido violada. Estos datos- terribles- son la conclusión de la primera macroencuesta realizada a 42.000 mujeres en 28 países de la Unión Europea.

En España, casi 800 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o ex parejas desde 2003 y más de un millón de menores, víctimas también, crecen en el infierno cotidiano de la violencia. En lo que va de año, 45 mujeres han sido asesinadas y 33 menores han quedado huérfanos. Solo 14 de las asesinadas habían denunciado y 8 de ellas habían obtenido medidas de protección, que estaban en vigor en tres de las víctimas, según cifras del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

Son cifras estremecedoras que no pueden dejarnos indiferentes, por mucho que se hayan convertido – lamentablemente- casi en cotidianas.

La Abogacía Española creó hace veinte años en los Colegios de Abogados Servicios de Orientación Jurídica para mujeres agredidas, cuando éste no era todavía un problema social reconocido por todos, y hoy desde la Subcomisión de Violencia de Género del Consejo General de la Abogacía seguimos aportando nuestro trabajo y nuestra experiencia para acabar con esta lacra.

Hasta hace una década, estos delitos ni siquiera tenían una respuesta penal adecuada y se consentían u ocultaban con el argumento de que se producían en un ámbito privado, tras una puerta blindada por la irracionalidad y los prejuicios sociales y culturales.

La Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, aprobada en 2004, supuso un gran avance en esta materia, sin embargo, las cifras a las que he aludido ponen de manifiesto nuestro fracaso como sociedad. Aún hoy, el 67% de las mujeres sigue sin denunciar el tormento al que las someten sus parejas o ex parejas y todos los expertos alertan sobre comportamientos en los jóvenes que repiten modelos que parecían superados y que llevan a conductas violentas con las mujeres. Preocupa también el control o el acoso que ejercen a través de las redes sociales.

La Abogacía es uno de los agentes más implicados en la erradicación de la violencia de género, no solo porque así lo manda la Ley, sino por su decidida voluntad de transformar la sociedad para hacerla más justa e igualitaria. Desde la Subcomisión de Violencia de Género del Consejo, que con tanta energía preside la decana de Badajoz, Filomena Peláez, aportamos nuestra experiencia para reformar los textos legales que penalizan a los autores de estos delitos o que protegen y amparan a las víctimas de los mismos. También a los menores, a los que se debe considerar legalmente víctimas a todos los efectos.

Pero hay más. Los 17.532 profesionales de la Abogacía – 9.315 mujeres y 8.217 hombres- que están en el Turno de Oficio especial de Violencia de Género saben lo que supone para una mujer agredida tener la valentía de denunciar a su agresor. Ellos son el primer contacto en materia de asesoramiento e información sobre el proceso judicial, aunque su trabajo va más allá del mero asesoramiento jurídico.

Por eso nos preocupa tanto, no solo su formación jurídica, sino todo lo que rodea el ámbito de la violencia, como se ha puesto de manifiesto recientemente en el II Encuentro de Abogados y Abogadas de Violencia de Género que se celebró en Badajoz. La sensibilidad de los abogados que atienden a las víctimas es fundamental para entender el periplo por el que están pasando y el ‘shock’ que les produce la denuncia. Reiteradamente hemos reclamado que las víctimas cuenten con asistencia letrada desde antes de interponer la denuncia para que estén asesoradas desde el primer momento y conozcan con precisión las consecuencias que se derivan de la decisión que van a tomar. Una decisión tan importante para sus vidas y las de sus hijos e hijas requiere un asesoramiento legal que solo pueden dar los profesionales de la Abogacía, quienes también deben saber acompañarlas respetando siempre su voluntad y sus instrucciones.

Nuestro esfuerzo y nuestras reivindicaciones están encaminados a que un día, esperemos que cuanto antes, desaparezca este Turno especial porque el infierno de la Violencia de Género haya sido definitivamente erradicado y nuestra sociedad sea de verdad profundamente igualitaria.

 

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