26 febrero 2014

Expertos analizan la consolidación de la presencia de los abogados en el cloud computing

  •  Pere L. Huguet, vicepresidente del Consejo General de la Abogacía Española, el uso de la nube “es imparable y, lejos de ser una amenaza, es el futuro de la abogacía”. 

En 2020 las grandes compañías americanas que usen cloud computing, más popularmente conocido en España como ‘la nube’, podrían lograr unos ahorros anuales en energía de 12.300 millones de dólares (9.000 millones de euros) y una reducción anual equivalente a 200 millones de barriles de petróleo, que serían suficientes para mover 5,7 millones de coches en un año, según información publicada en el diario EXPANSIÓN.

Estas son algunas de las cifras que se manejan cuando se habla de este servicio que permite almacenar la información de las empresas en Internet y acceder a ella en cualquier momento y desde cualquier lugar. Poco a poco, las empresas se están sumando al uso de la nube, pero, ¿y los despachos de abogados? Los expertos del ámbito legal tienen claro que los beneficios del uso de esta nueva herramienta son enormes y que es el futuro de la gestión de los bufetes, pero la gran barrera sigue siendo la seguridad: ahora es necesario despejar cómo y de qué manera beneficiarse de este servicio, sin que ello suponga un menoscabo de la seguridad de la información de los clientes, algo sagrado en esta profesión.

INTERVENCIÓN DE LA ABOGACÍA

En una mesa redonda sobre el uso del cloud computing en los despachos profesionales, moderada por la periodista Almudena Vigil y organizada por la Facultad de Derecho de Esade y la Fundación Wolters Kluwer, dentro del ciclo de Tardes de debate jurídico, Pere L. Huguet, vicepresidente del Consejo General de la Abogacía Española, reconoció que los abogados tienen un plus de exigencia de seguridad en los datos que manejan de sus clientes, por ser especialmente sensibles y por su deber de secreto profesional. Sin embargo, dijo que no hay inconveniente en usar servidores en la nube si los proveedores cumplen con los requisitos de seguridad.

Según  Huguet, el uso de la nube “es imparable y, lejos de ser una amenaza, es el futuro de la abogacía”. Respecto al miedo por la seguridad de los datos que manejan los despachos, Huguet cree que es una cuestión de sentido común: a la hora de dar el salto a la nube “hay que aplicar la sensatez y tomar las medidas necesarias para garantizar la seguridad de la información, del mismo modo que cuando nos vamos del despacho cerramos la puerta con llave y ponemos la alarma”.

“La protección del secreto profesional y de los datos que los despachos gestionamos es una cuestión fundamental, y por eso la seguridad de la nube nos preocupa más que a otros sectores, prácticamente todo lo que se hace en un bufete es confidencial”. Así resume el problema Francesc Muñoz, director de tecnologías de la información de Cuatrecasas, Gonçalves Pereira, remarcando que, aunque el cambio supone una oportunidad, también es una cuestión cultural: “Va con el abogado la aversión al riesgo, no estamos acostumbrados a ello”. Este experto afirmó que la nube es una ventaja, sobre todo para despachos pequeños, y constató que, por lo general, el cliente no pregunta dónde están sus datos, ni quién y cómo los gestiona, simplemente confía en el despacho. En cualquier caso, Muñoz señaló que, actualmente, Cuatrecasas no tiene información de clientes en la nube pública.

En este sentido, Jesús Rubí, adjunto al director de la Agencia Española de Protección de Datos, destacó que es importante contar con una información detallada sobre los diferentes tipos de nube (pública o privada), que ofrecen distintas garantías. Hizo hincapié en que, desde el punto de vista jurídico, el abogado o despacho que contrata servicios en la nube sigue siendo el responsable de los datos y no lo es el prestador del servicio o proveedor. Este representante de la autoridad de protección de datos en España señaló que los principales riesgos son la falta de transparencia y la pérdida de control de la información y destacó que, puesto que en los despachos se manejan datos especialmente sensibles, hay que valorar y decidir qué se sube a la nube y qué no.

Josep Lluis Cano, profesor del departamento de dirección de sistemas de información de Esade, puso cifras a este fenómeno, como, por ejemplo, que la inversión total en la nube pública ha pasado de 69.000 millones de euros en 2009 a 112.000 millones previstos para 2014. Del lado de los proveedores de servicios, Josep Aragonés, director general de la división de software en Wolters Kluwer España, destacó que “más del 80% de las empresas está incorporando soluciones en la nube o tiene pensado hacerlo en breve”, y señaló que el 10% de los clientes están solicitando desarrollos 100% en la nube. Curiosamente, suelen ser los recién llegados al mercado y las grandes empresas. En su opinión, “los despachos viven en un ecosistema que evolucionará hacia la nube: los clientes les obligarán a dar el salto”. La clave es la elección del proveedor En 2012, cuando el FBI cerró el portal Megaupload y detuvo a su fundador, Kim Dotcom, acusado de lucrarse con la distribución ilegal de contenidos, varios bufetes, españoles y americanos, perdieron los datos que tenían almacenados en este sitio web, con los problemas que todo ello contrajo. Casos extremos como éste ponen en alerta a los despachos ante el posible riesgo del uso de nuevas tecnologías, teniendo en cuenta toda la información sensible que manejan.

Por ello, en 2012, la Agencia Española de Protección de Datos y el Consejo General de la Abogacía Española publicaron una guía para que los despachos puedan beneficiarse de las oportunidades que implica trabajar en la nube con totales garantías, y teniendo claro que la clave está en la elección del proveedor, que debe ofrecer altos estándares de seguridad a sus usuarios.

VENTAJAS CON CONDICIONES

– Los expertos aseguran que el futuro está en la nube, que es una realidad imparable y que ya sólo queda trabajar para lograr compaginar las ventajas de este nuevo medio con la seguridad.

– Los despachos, como responsables del tratamiento de los datos de clientes, deben elegir un proveedor que cumpla las exigencias legales, con especial atención a la información sensible que manejan y su obligación de secreto profesional.

– Poder acceder a toda la información desde cualquier lugar puede ser clave para la gestión y agilidad de un despacho, pero, para ello, se necesita la certeza de que la información se almacena en un lugar seguro y que el secreto profesional queda a resguardo.

– La gestión de los despachos de abogados se puede volver mucho más eficiente gracias a la nube, con el consiguiente ahorro de costes.

ENLACES RELACIONADOS: INFORME CLOUD COMPUTING

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