18 octubre 2013

Málaga y Córdoba, dos citas importantes de la Abogacía

Ayer por la mañana inauguré el IX Congreso de la Abogacía de Málaga, que organiza el Colegio de Abogados de esta ciudad y que ha reunido a 74 ponentes y a cerca de un millar de abogados para estudiar, debatir y formarse en torno a los asuntos que llegan a sus despachos planteados por los ciudadanos. La formación permanente es necesaria para un mejor servicio a los ciudadanos y eso es lo que hacen hoy de forma especial los abogados malagueños. Una buena formación inicial y una formación continuada son indispensables para tener una Abogacía que permita ejercer adecuadamente el derecho de defensa de los ciudadanos que lo necesiten.

En Málaga, después de guardar un minuto de silencio por las víctimas de Lampedusa –algo habrá que hacer para evitar estas tragedias en el sur de Europa- y antes de empezar el trabajo del Congreso, quise dejar claro que el Derecho de Defensa es un derecho por el que merece la pena pelear, que la guerra contra las tasas no ha terminado ni mucho menos y que la colegiación de los abogados es la garantía de un Estado que respeta el Derecho. El decano de Málaga dijo que con las tasas “se está acabando con un sistema de garantías” como el que teníamos y que los ciudadanos quedan desprotegidos. Está claro que no es un problema corporativo –ni las tasas, ni la Justicia Gratuita- sino un problema de pérdida de derechos de los ciudadanos. Se está creando una “justicia para ricos” –los que pueden pagar las tasas- y otra para pobres –los que pueden acogerse al beneficio de la justicia gratuita-, pero la gran mayoría de la población, y especialmente los que apenas tienen sueldos mileuristas, están quedando desprotegidos. Es un gran problema social que tendrá costes sociales muy serios a corto y medio plazo.

 

Y ayer también estuve en Córdoba inaugurando las III Jornadas de Tesoreros de los Consejos y Colegios de Abogados. Los Colegios cumplen una función profesional y social de primer orden. La futura Ley de Servicios y Colegios Profesionales parte de un desconocimiento profundo, casi diría ignorancia, de lo que son los Colegios y de una gran desconfianza hacia lo que hacen. La segunda es consecuencia de lo primero. Vamos a trabajar para mejorar nuestra gestión, para acercarnos más a colegiados y a ciudadanos, para ser más transparentes, pero manteniendo lo que da sentido a los Colegios: la independencia y la libertad.

 

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