26 noviembre 2012

Jesús Cáceres, siempre estarás con nosotros

En recuerdo de Jesús Miguel Cáceres, jurista del Hospital Psiquiátrico Penitenciario de Alicante

“Si pensamos por un momento en las personas que trabajan en un hospital psiquiátrico penitenciario, probablemente vengan a nuestra mente ideas de personas valientes, con una gran vocación y comprometidas en la recuperación de quienes constituyen uno de los sectores más desfavorecidos de nuestra sociedad.

Hace poco más de un mes nos dejaba prematuramente Jesús Cáceres, jurista del Hospital Psiquiátrico Penitenciario de Alicante, una persona que reunía las características más arriba mencionadas y cuya existencia nos ha marcado a muchas personas que estuvimos cerca de él.

Su trabajo en el Psiquiátrico podría consistir en asesorar, supervisar y redactar todo aquello que tuviera que ver con lo legal, con las sentencias, los cambios de medida de seguridad, las salidas terapéuticas, etc. Pero tras haber pasado por varios centros penitenciarios, Jesús percibió en seguida que las personas que se encontraban allí no eran como las que había podido conocer en los Centros Penitenciarios Ordinarios. En lugar de internos, eran pacientes. En vez de un Sanatorio, aquel centro debía convertirse en un Hospital. Personas que necesitaban un tratamiento médico, con minusvalías de distinto grado o incapacitadas legalmente, se encontraban en prisión por haber cometido un delito del que no eran declaradas penalmente responsables. Eran absueltas, pero sometidas al régimen penitenciario.

Esa injusticia y la gran empatía por la que destacaba Jesús hicieron que no se limitase simplemente a realizar su trabajo. Estudió a fondo el asunto como se puede apreciar en su trabajo “Medidas de seguridad en centro psiquiátrico penitenciario: del fraude a la crueldad innecesaria” y defendió sus ideas en el trabajo y ante audiencias tan dispares como los estudiantes universitarios o los asistentes a conferencias sobre Derechos Humanos o sobre personas con enfermedad mental en régimen penitenciario. Tuvo el coraje de exponer sus ideas delante de personas que no pensaban igual que él, escuchándolos y argumentando su bien formada opinión.

De su trabajo como Profesor de Derecho Penal en la Universidad de Alicante, animaba a alumnos suyos a acompañarle al Hospital Psiquiátrico Penitenciario de Alicante, cuyos pacientes hablando de su figura hace unos días recordaban con cariño el aire fresco que les traían los jóvenes estudiantes de la UA en sus visitas, evadiéndoles por momentos de su pesada rutina.

Una de las cosas por las que más destacaba Jesús era por sus ganas de mejorar, de superarse a sí mismo, y de ayudar sin esperar nada a cambio. Su constancia, su determinación, su sonrisa y su espíritu de lucha por causas justas seguirán siendo un claro referente para nosotros. Jesús, eres todo un ejemplo a seguir. Te queremos”.

Después de leer las palabras afectuosas que le dedica la Asociación de Familiares y Amigos de los Pacientes Ingresados en el Hospital Psiquiátrico Penitenciario de Alicante (AFAPI-HPPA) y en su nombre Mª Carmen Vázquez Poza y Carlos Ramos Vázquez, como jurista y como amigo, me sumo a recordar a Jesús con igual gratitud. No pretendemos condensar en unas líneas una vida, tarea imposible, solo presentaremos a modo de catálogo instantáneas que plasman momentos de su ideario, trabajo y compromiso. Puedo verlo levantado, como solía estar en sus conferencias, caminando mientras hablaba, intentando llegar a todos los oyentes con un discurso sincero, sereno y firme. Su faceta docente la podemos retomar en algunos de sus trabajos, como en la presentación que realizó para las Jornadas de sensibilización “Personas con enfermedad mental en régimen penitenciario”, cargada de datos y argumentos.

Sus exposiciones son fruto de un trabajo minucioso. Habla el profesor y habla el profesional que ha vivido la experiencia del Hospital Psiquiátrico de Alicante. No a todos gustaban sus palabras, no dejaba al auditorio indiferente y removía las conciencias. Nos ha dejado el legado de trabajos doctrinales como el que comentábamos anteriormente “Medidas de seguridad en centro psiquiátrico penitenciario: del fraude a la crueldad innecesaria”. Tampoco podemos olvidar otro estudio doctrinal interesante “La sociedad de la inseguridad y la peligrosidad criminal”.

Mas su hacer no quedaba solo en la dialéctica. Se acercaba a los legos en la materia haciendo documentos de trabajos en los que vemos el esfuerzo de síntesis de Jesús, como “Trastornos mentales en el sistema penal: Hospitales psiquiátricos penitenciarios y Comunidades Autónomas”. Su influencia era abono de iniciativas como la solicitud de cierre del Módulo de Mujeres al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Alicante. Jesús ayudaba, daba argumentos jurídicos y proponía cambios. Esos cambios no han llegado, pero sirvieron para echar a rodar una pequeña bola de nieve que ha ido creciendo y que sigue necesitando impulsores para seguir adelante.

Aún resuenan sus frases: “Una prisión nunca puede ser el centro adecuado para aplicar  tratamientos médicos que hagan desaparecer anomalías o alteraciones psíquicas de personas que se causan daño a sí mismas y a los demás”, “La grieta que hay entre la atención sanitaria que estos pacientes podrían recibir y la que realmente reciben es más grande que una fisura; es un abismo”, “La Institución Penitenciaria tiene que ser consciente que estos ‘inquilinos’ no le son propios porque no son delincuentes: debe mirar al pasado y evitar nuevos errores”.

Concluimos esta remembranza confiando que la estela de Jesús tenga continuadores, que sus trabajos sigan inspirando a otros y que sus esfuerzos no queden baldíos.

Fdo: Asociación de Familiares y Amigos de los Pacientes Ingresados en el Hospital Psiquiátrico Penitenciario de Alicante (AFAPI-HPPA) y en su nombre Mª Carmen Vázquez Poza y Carlos Ramos Vázquez.

Fdo: Lourdes Chasco

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