Denuncian que la abogada iraní Nasrin Sotoudeh sufre malos tratos

La activista iraní Shirin Ebadi, galardonada con el Premio Nobel de la Paz, y seis organizaciones de Derechos Humanos han reclamado a las autoridades de Irán que pongan fin a los malos tratos de que es objeto la abogada Nasrin Sotoudeh, premio Derechos Humanos del Consejo General de la Abogacía Española en 2010 y recientemente galardonada con el Premio Sajarov 2012.

Asimismo, Ebadi, Amnistía Internacional (AI), Human Rights Watch (HRW), la Campaña Internacional por los Derechos Humanos en Irán, Reporteros Sin Fronteras (RSF), la Federación Internacional de los Derechos Humanos (FIDH) y la Liga Iraní para la Defensa de los Derechos Humanos han exigido a las autoridades iraníes que permitan el acceso de todos los presos al tratamiento médico necesario y a las visitas de sus familias, en aplicación del Derecho Internacional de Derechos Humanos, informa Europa Press.

Los firmantes también han reclamado que se anulen las condenas impuestas a “activistas pacíficos” y que se les ponga en libertad “incondicionalmente”. “Periodistas, abogados de Derechos Humanos y defensores de derechos recluidos solo por sus actividades pacíficas: ninguna de estas personas debería haber ingresado siquiera en prisión”, afirmó Ebadi.

“Acosar a la hija de una presa o negar a ésta las visitas de su familia y la atención médica solo sirve para que se deteriore aún más la imagen de Irán en el mundo”, agregó. Nasrin Sotoudeh, abogada de Derechos Humanos de 47 años y madre de dos hijos, está encarcelada desde 2010, y desde esa fecha las autoridades la han sometido a menudo al régimen de aislamiento y le han impedido reunirse con su familia o hablar con ella.

EN HUELGA DE HAMBRE

La activista recibe tratamiento en la enfermería de la prisión de Evin (en Teherán) desde que inició una huelga de hambre, el pasado 17 de octubre de 2012, en protesta por el acoso al que las autoridades someten a su familia y por las restricciones de sus derechos de visita, según informó su esposo, Reza Jandan, a las organizaciones de Derechos Humanos.

El pasado 26 de octubre, el Parlamento Europeo anunció la concesión del Premio Sajarov a la libertad de conciencia a Nasrin Sotoudeh y al cineasta iraní Jafar Panahi.

Según Khandan, Sotoudeh se declaró en huelga de hambre tras ser informada de que las autoridades judiciales habían citado a su hija de 12 años para informarle de que no se le iba a permitir viajar al extranjero. Sotoudeh pensó que “no tenía más elección” que hacer una huelga de hambre para expresar su protesta por el acoso de las autoridades a su familia y por la denegación de sus derechos de visita, prosiguió su marido.

En los últimos tres meses, las autoridades de la prisión de Evin han impedido que los hijos de Sotoudeh visiten personalmente a su madre y han limitado severamente sus llamadas telefónicas. Aparte, hace casi un año que le prohíben ver a su madre y a su hermano.

Nasrin Sotoudeh fue condenada en enero de 2011 por un Tribunal Revolucionario a once años de prisión tras declararla culpable de “actuar contra la seguridad nacional” y de “propaganda contra el sistema”. También se le ha prohibido ejercer el Derecho y salir del país durante 20 años. Un tribunal de apelación redujo la pena a seis años de cárcel y a 10 años la prohibición de viajar y de ejercer el Derecho.

Según el comunicado, la legislación iraní no otorga autoridad ni a los tribunales penales ni a los revolucionarios para prohibir a los abogados el ejercicio de su profesión, que es competencia del Tribunal Disciplinario de la Magistratura.

 

 

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