02 octubre 2012

Coaching y profesionales de la abogacía

Por Maria Antonia Carmona Carles, Psicóloga y Licenciada en Derecho, consultora de RRHH, Coach y Formadora.

El los últimos años la profesión de la abogacía, como muchas otras, ha debido afrontar y asumir grandes cambios: globalización, necesidad de internacionalización, crecimiento de la economía y crisis posterior, aumento del número de despachos y de abogados, especialización, adaptación y uso de nuevas tecnologías, adquisiciones, fusiones, alianzas entre distintas firmas y profesionales, etc.

En este entorno de alta complejidad y competitividad, los bufetes y profesionales de la abogacía, han de convertirse en empresas y empresarios de servicios jurídicos, cuyo objetivo principal es la rentabilidad de su negocio y/o profesión.

Las Facultades de Derecho, Escuelas de Practica Jurídica, etc, se centran en los conocimientos técnicos relacionados con la práctica profesional, pero no enseñan como: gestionar un despacho, automotivarse ante la situación de crisis, conseguir nuevos clientes, mantener a los actuales, transmitir seguridad en los juicios, hablar en publico y mejorar las habilidades de comunicación y persuasión, resolver conflictos con compañeros/as y clientes, definir la estrategia de éxito del despacho, o un plan de desarrollo profesional al inicio de la carrera, etc.

En definitiva, se enseñan CONOCIMIENTOS (conceptos, leyes, paradigmas, etc.), es decir, el QUE, pero no se enseñan COMPETENCIAS (actitudes y habilidades), es decir el COMO, que es lo realmente importante y que asegura el éxito como persona y como profesional.

Y es en este punto, donde actúa el coaching, cuyo objetivo esencial es proporcionar a las personas las herramientas necesarias ( habilidades y actitudes) para alcanzar mayores niveles de desempeño y de satisfacción en su vida personal y profesional.

¿Qué aporta el coaching a la profesión?

A los/las profesionales de la abogacía, tanto si trabajan en un despacho como si son profesionales liberales, les pueden proporcionar estrategias para:

  • Definir los objetivos de carrera, clarificar su futuro profesional, eligiendo las opciones mas adecuadas.
  • Mejorar del funcionamiento del despacho: incremento de rentabilidad, definición de estrategia, focalización de objetivos, gestión de personas y resolución de conflictos entre las mismas, introducción de cambios, etc.
  • Ayudar a la creación de una marca personal, distintiva frente a la competencia, como profesional independiente o como bufete.
  • Realizar, si es necesario; una adecuada fusión con otra firma: y gestionar con éxito el antes, durante y después de la misma.
  • Buscar nuevas oportunidades de negocio y definición/creación de nuevos servicios.
  • Incrementar la capacidad comercial personal y/o del bufete: incorporación de nuevos clientes y fidelización de los existentes.
  • Evitar la inercia e ineficacia de los métodos de trabajo establecidos y generar nuevos hábitos y técnicas de trabajo.
  • Desarrollar habilidades para gestionar los equipos del despacho: delegar, comunicar, motivar, retener el talento, etc.
  • Mejorar la seguridad y confianza personal frente a clientes, iguales, mandos, instituciones, peritos, en juicios, etc.
  • Aprender a gestionar las emociones: estrés, autocontrol, seguridad, automotivación, etc.
  • Desarrollar habilidades comunicativas para transmitir seguridad en el juicio, desarrollar argumentaciones persuasivas para convencer al/a juez/a, interrogar a testigos y partes.
  • Rentabilizar al máximo las horas dedicadas a la profesión y el tiempo de permanencia en el despacho (eficacia y eficiencia).
  • Equilibrar el tiempo dedicado al trabajo y a la familia.
  • Y muchas mas….

¿Qué es el Coaching?

El coaching es un proceso, en el que intervienen coach (profesional) y coachee (cliente/a). El/la coach focaliza, guía, e impulsa a la persona a la consecución de objetivos y la mejora de resultados, estableciendo acciones y tareas para superar obstáculos y lograr el cambio. www.youtube.com/watch?v=KHIT94q5OXY.

Se estructura en torno a tres ejes básicos de trabajo:

1. Definición de los objetivos prioritarios y los resultados a conseguir por la persona. “¿Que quiero conseguir?”.

2. Identificación de los obstáculos, (dificultades, creencias limitantes, actitudes, barreras, personas, etc.) que impiden a la persona lograr objetivos y resultados.

3. Definición de un plan de acción, buscando los recursos a utilizar y realizando las tareas adecuadas para conseguir las metas propuestas.

Es un proceso de interacción, centrado en los resultados: coach y coachee, establecen el plan de acción más efectivo para alcanzar los objetivos fijados identificando, utilizando y desarrollando los propios recursos y habilidades del/a coachee.

Como dice Sir John Whithmore, el Coaching “consiste en liberar el potencial de una persona para incrementar al máximo, su desempeño”.

El/la coach aporta conocimiento, experiencia, objetividad, honestidad y apoyo; el/la coachee aporta motivación por llegar más lejos en su carrera y/o en su vida personal. Se establece un compromiso entre dos personas, orientado primordialmente a la consecución de resultados y a la mejora.

El coaching implica cambiar para mejorar; en los últimos quince años, el coaching se ha revelado como el método más eficaz para logar ese cambio, porque parte del establecimiento de metas y objetivos, proporciona las herramientas adecuadas para lograrlo, y permite ser mas eficiente en todos nuestros ámbitos de actuación.

En esencia, el coaching nos ayuda a realizar un proceso de cambio para conseguir aquello que queremos. Como dice Joseph O’Connor http://www.josephoconnor.com/ “el coach es el guía en ese camino hacia ser lo mejor que podemos ser”.

¿Cuales son los orígenes del Coaching?

Los inicios del coaching se remontan a Sócrates y la Mayeútica, que signifca “la partera” y se asimila a “ayudar a dar a luz”. Sócrates ayudaba a otros a “dar luz a su vida, a clarificar su camino, su presente y futuro y llegar a conclusiones y verdades a través del arte de hacer preguntas”.

Se empieza a desarrollar en los años 70 en el deporte, con Timothy Gallwey, que descubrió que el principal enemigo de los deportistas era su propia mente (las ideas que tenían sobre si mismos y sus rivales). Empezó a trabajar en esta línea, y obtuvo resultados increíbles.

En los años 80 el coaching empieza a difundirse tal como lo conocemos hoy día. Sir John Whitmore (que ha sido catalogado como el Business Coach número 1 en Inglaterra y se le ha adjudicado tener el mayor impacto e influencia en la profesión de Coaching en el mundo), lo adaptó al mundo de la empresa, y de éste pasó a la esfera personal. Graham Alexander desarrolló el Método GROW para estructurar procesos de Coaching.

En España podemos destacar a Vivian Launer, Cris Bolivar, Eduard Escribá y Juan Carlos Cubeiro, y Alex Rovira entre otros.

¿Cómo se realiza un proceso de Coaching?

En un proceso de coaching podemos establecer las siguientes etapas, que luego se adaptaran a las características, necesidades, etc. de cada persona.

1. Conocimiento entre coach y coachee: se explica el funcionamiento del proceso, se establecen las normas básicas de actuación de ambas partes, y se crea el vinculo de confianza y compromiso que de ha guiar todo el proceso.

2. Definición por parte de la persona del objetivo, meta, o estado deseado, que quiere alcanzar.

3. Coach y coachee analizan la situación actual del/a primero/a: identifican sus fortalezas/debilidades, apoyos/obstáculos, creencias y valores, que influirán en el camino hacia el objetivo.

4. Coach y coachee identifican conjuntamente, posibilidades/opciones/recursos disponibles por parte del/a coachee para alcanzar los objetivos.

5. Se definen las tareas/acciones concretas a realizar por el/la coachee para conseguir sus objetivos y las pone en marcha.

6. Se van evaluando los resultados obtenidos en cada sesión, se modifican acciones, si es necesario y se generan otras nuevas.

7. Cierre del proceso: implica la evaluación final del mismo y un plan de afianzamiento por parte del/a coachee de las mejoras y los resultados conseguidos.

El proceso de coaching se estructura en sesiones entre 60 o 90 minutos de duración y una periodicidad, entre sesiones, aproximadamente quincenal. La duración total del proceso depende de: cómo es la persona, el objetivo marcado o el tema concreto de que se trate. Hay ocasiones en que son suficientes 6 sesiones, mientras que otros procesos implican realizar mayor numero de sesiones.

¿Por qué funciona el Coaching?

El coaching funciona porque:

  •  Es un proceso interactivo “hecho a medida” en función de la persona, sus objetivos y sus circunstancias.
  •  Se basa en una relación entre coach, (que como profesional acompaña, guía y refuerza) y coachee (que siente así mayor confianza, para gestionar los retos que implica su proceso de mejora).
  •   Se centra en conseguir lo que realmente se quiere, lo cual es un gran motivador para actuar.
  •   Toma como punto de partida, la situación actual de la persona y se centra en lo está dispuesto/a a hacer para llegar a donde le gustaría estar en el futuro.
  •   Permite a la persona profundizar en su conocimiento, aumentar su rendimiento y mejorar su calidad de vida personal y profesional.
  •   Define los objetivos de la persona y potencia su avance hacia los mismos, proporcionando un mayor enfoque sobre que hacer, como hacerlo y lo que va a conseguir.
  •   En cada sesión, la persona elige su objetivo o tema de conversación, mientras el/a Coach escucha y contribuye con observaciones y con preguntas poderosas, que ayudan al/a coachee a tomar conciencia de sus fortalezas, áreas de mejoras, pautas de actuación, actitudes, posibilidades de acción y elección y consecuencias.
  •   El coaching es un entrenamiento, centrado en objetivos evaluados con indicadores, orientado al cambio, la mejora y al incremento de resultados.
  •   Es un proceso metódico, estructurado y con normas previamente pactadas de mutuo acuerdo.

 

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