La Constitución y los portales centran la primera jornada del Congreso Nacional de la Abogací­a

Cádiz.- 27/10/2011.- La Constitución y los portales han centrado la actividad de la primera jornada de trabajo del X Congreso Nacional de la Abogacía, con debates intensos y participativos, y salas llenas de congresistas.

Legalidad ordinaria y legalidad constitucional, Tribunal Supremo y Tribunal Constitucional, hechos y derechos… sobre esta dicotomía histórica disertaron el vicepresidente del Tribunal Constitucional y ex presidente del CGAE, Eugeni Gay y el presidente de la Sala Primera del Tribunal Supremo, Juan Antonio Xiol, en la primera de las ponencias del X Congreso Nacional de la Abogacía que se celebra en Cádiz, moderada por el presidente del CGAE, Carlos Carnicer.

Gay realizó durante su intervención un repaso a los pormenores de la Constitución de 1812 que ahora celebra su bicentenario y que "supuso un punto y aparte muy significativo" en la historia, porque fue "el primer gran pacto por la ciudadanía" y de ella "la nación española emergió como sujeto político y proclamó la soberanía nacional".

Más de siglo y medio después, nació la actual Constitución de 1978, que "no es un programa, sus preceptos no son meros enunciados, sino que son derechos que deben garantizarse y tutelarse por los poderes públicos". Por esa razón, se creó el Tribunal Constitucional, para "imponer el cumplimiento de la Constitución".

"La Constitución de 1978 añadió Gay, se caracteriza por su afán en que sus preceptos tengan efectos sobre los ciudadanos, y nos obliga a todos", recordó. Por otro lado, destacó la importancia de que los ciudadanos "puedan dirigirse al TC, un tribunal de su propio Estado, para reivindicar la satisfacción de un derecho vulnerado. Esto convierte a España en uno de los países más garantistas de los derechos fundamentales".

Eugeni Gay subrayó que en el mundo actual "no vivimos en una isla, sino en contacto social global, y por ello el Tribunal de Estrasburgo tiene una incidencia directa sobre nuestra jurisprudencia". De hecho, el Tribunal Constitucional no cita doctrina de otros tribunales, pero siempre cita al Tribunal de Estrasburgo, porque es un referente y debe serlo para crear una sociedad que nos es cada vez más imprescindible para los europeos".

Finalmente, Gay aseguró que "el papel de los abogados es tan imprescindible que sin ellos no existiría el Tribunal Constitucional". "Estamos construyendo entre todos una sociedad que comenzó hace 200 años, cuando salió a la luz una Constitución efímera pero que ha sido una semilla para el derecho constitucional de España y del mundo entero".

Xiol: "Es necesario el diálogo entre el TS y el TC"

Por su parte, Juan Antonio Xiol recordó que el Tribunal Supremo es anterior a la aprobación de la Constitución de 1978, "pero su aprobación implicó una radical remodelación del ordenamiento jurídico. Por eso, se dice que los tribunales anteriores a la Constitución son los mismos, pero no son lo mismo".

Sobre las "tensiones" que surgen entre el TS y el TC, señaló que "se han propuesto fórmulas para evitarlas, pero algunas, bajo mi punto de vista, no son realistas". Por ejemplo, citó "la que dice que ha de regir un principio de jerarquía. Pero el Derecho es más complicado que todo esto, en él participa toda la sociedad". "Otras propuestas son la división formal de competencias, o la de distinguir entre hechos y derechos, porque a veces se acusa al TC de entrar en los hechos, cuando solo puede actuar sobre los derechos". Sin embargo, en su opinión "a veces obviar una de las dos realidades puede suponer no tener en cuenta ciertas cosas".

Por ello, Xiol señaló que "para resolver el problema de relaciones entre los dos tribunales debe existir diálogo entre ambos. Es necesario que los tribunales ordinarios respeten las decisiones del TC y que este reconozca la jurisprudencia del TS y el papel que corresponde a los tribunales ordinarios en la protección de derechos fundamentales".

Dos Constituciones y un mismo espíritu

Dos de los padres de la Constitución Española de 1978, José Pedro Pérez-Llorca y Gregorio Peces Barba, hicieron una encendida defensa del actual modelo constitucional español, así como de la Constitución de Cádiz de 1812, durante su participación en el X Congreso Nacional de la Abogacía Española, dentro de la ponencia "Consenso para una constitución: Los padres de la Constitución de 1978".

José Pedro Pérez Llorca, inició su intervención con palabras de elogio para la Constitución de 1812, "que se convirtió en el referente para el liberalismo de toda Europa y que contemplaba avances clave como la liberalización de la imprenta, el comercio o el ejercicio de la profesión de abogado, entre otras". Además, Pérez-Llorca destacó cómo la constitución de Cádiz fue fruto del consenso "de una reflexión y una construcción pacífica en un tiempo de guerra", y calificó el momento histórico vivido en Cádiz en 1812 como "una de las épocas doradas de la historia de España". Además, Pérez-Llorca hizo una clara defensa de la Constitución española de 1978 y de los términos en que ésta fue aprobada, pero no ocultó cierto pesimismo respecto al futuro y apuntó que si "esta Constitución -la de 1978- termina fragmentada, habremos fracasado".

Gregorio Peces Barba hizo un repaso por el debate que dio paso a la Constitución de 1978, se refirió a la posible reforma de la misma y también a las diferencias en las Cartas Magnas de 1812 y 1978. En este sentido señaló que "la diferencia entre ambas constituciones es que la primera recogía una monarquía constitucional, mientras que en la segunda el Rey representa la unidad de la nación, pero no es poder legislativo ni judicial". El catedrático afirmó que hay una especie de ‘pacto implícito’ entre la Corona y al sociedad, con una condición: que nosotros respetemos la monarquía, siempre que esta respete la democracia y la Constitución".

En un momento de su intervención, refiri&eacut